El teniente coronel fallecido en Santovenia dará nombre a las instalaciones de la Unidad de Intervención de la Guardia Civil

La Guardia Civil sigue sin olvidar a Pedro Alfonso Casado ‘Perico’, el teniente coronel que falleció en Santovenia de Pisuerga durante el tiroteo del pasado 1 de julio. El agente sufrió un disparo en la cabeza cuando trataba de negociar con El Chiqui, el hombre que se atrincheró con un rehén tras haber asesinado con un disparo a un vecino de la localidad vallisoletana durante la madrugada de ese mismo día en la calle Alfredo Martín, en el portal número 8.

Ahora cuando se cumplen tres meses de este trágico suceso que sobrecogió a Valladolid y a toda España, la Benemérita ha decidido rendir homenaje al teniente coronel dando su nombre a las instalaciones del departamento al que pertenecía y del que era jefe, la Unidad de Intervención del Cuerpo de la Guardia Civil. Pedro Alfonso Casado tenía 50 años y fue como enviado especial desde Madrid hasta Santovenia de Pisuerga para tratar de solucionar los altercados que se estaban produciendo en el municipio vallisoletano después de haber intervenido en diferentes operaciones similares con éxito.

Perico perdió la vida en el Hospital Clínico de Valladolid tras sufrir lesiones irreversibles e incompatibles con la vida a consecuencia de un disparo en la cabeza por parte del homicida de Santovenia quien disparó a ciegas desde la vivienda que estaba atrincherado. La bala alcanzó al agente atravesando el casco que llevaba puesto y a pesar de que fue trasladado urgentemente a la capital vallisoletana, falleció días después por una muerte cerebral.

El teniente coronel recibió todos los honores por parte de sus compañeros de la Guardia Civil y del resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. El agente murió en acto de servicio realizando una operación más que cotidiana para el equipo, y que en esta ocasión, la desgracia sacudió su vida y la de la Unidad de Intervención de la Benemérita.

Pedro Alfonso Casado era natural de Vitoria aunque con raíces de León, y siempre estuvo vinculado a unidades policiales especiales como en los GAR (Grupos de Acción Rural) en 1998, y un año después, ya formó parte de la UEI, equipo con base en Madrid.