El detenido por el crimen de Santovenia ingresa en prisión acusado de asesinato, atentado, detención ilegal y tenencia ilícita de armas

La Guardia Civil puso a disposición judicial en la mañana de ayer a P.A.S.H., de 46 años y vecino de Santovenia de Pisuerga, como presunto autor de delitos de asesinato, atentado, detención ilegal y tenencia ilícita de armas. Sin embargo, requirió atención médica por lo que la autoridad judicial dispuso que fuera trasladado al hospital y no prestó declaración hasta horas después. El juez decretó su ingreso en prisión a última hora de la tarde.

Una vez que las diligencias obran ya en el juzgado, la Guardia Civil ha podido explicar con más detalle lo sucedido. El antecedente inmediato de lo ocurrido el pasado viernes, en Santovenia de Pisuerga fue un aviso a los servicios de emergencias en el que se relataba que sobre las 23.30 horas del jueves se estaba produciendo una reyerta tumultuaria en los alrededores de la calle Alfredo Martín de Santovenia de Pisuerga. En el aviso se indicaba que habría implicadas unas 12 personas. Eso es lo que consta en la alerta que llegó de los servicios de emergencias. También se dice en la alerta literalmente que están armados con ‘palos’.

Otra persona que igualmente avisó a los servicios de emergencias añadió que unas 6 o 7 personas estaban pegando a otra que se encontraba en el suelo y que estaban armados con palos y cascos. Cuando los agentes llegaron poco después al lugar de los hechos fueron informados de que dos personas habían tenido que acudir, como consecuencia de las agresiones sufridas, a un centro sanitario para ser atendidas de lesiones de carácter leve: un hombre y una mujer.

Un dispositivo de la Guardia Civil permaneció en el lugar, de tal manera que, poco antes de la 01:45 horas del viernes, los agentes de la patrulla estaban realizando gestiones y entrevistando a una mujer para saber algo más de lo ocurrido cuando se oyó una detonación en el interior del portal del inmueble en el que ocurrió el suceso, el número 8 de la citada calle Alfredo Martín.

Era el disparo que acabó con la vida del varón de 45 años D.A.P. Los agentes entraron de inmediato y se encontraron el cuerpo todavía con vida en el pasillo que hay inmediatamente después del portal o rellano de la planta baja. Lo movieron hacia el rellano por motivos obvios de seguridad y comenzaron a practicarle una reanimación cardiopulmonar. Falleció poco después cuando ya habían llegado los servicios sanitarios.

Se ha podido determinar que el fallecido había sido una de las personas que había acudido al centro sanitario para ser atendido por las lesiones sufridas en el tumulto del que recibió aviso en la noche del jueves la Guardia Civil. Cuando se disponía a subir a su vivienda, en la tercera planta, el presunto homicida, que vive en la planta baja, le disparó. El fallecido iba acompañado por un hijo mayor de edad sobre el que también intentó disparar pero no lo consiguió porque se le encasquilló el arma.

En ese momento, ante la llegada de la Guardia Civil, P.A.S.H., sobre el que pesan numerosos antecedentes penales por tráfico de drogas, amenazas o robo con fuerza, entre otras cosas, se atrincheró en su vivienda y dijo que tenía rehenes en el interior. Fue el argumentó que utilizó, que tenía rehenes, para instar a los agentes a que se retiraran. Los guardias civiles que allí se encontraban y los que llegaron al lugar poco después, tomaron posiciones, acordonaron la zona y comenzaron las labores de negociación con el presunto autor del crimen. Se hizo tanto utilizando teléfono móvil como a través de la puerta.