‘Un paseo por la provincia de Valladolid más curiosa y desconocida’: Barcial de la Loma

Segunda entrega de la serie de reportajes dedicados a conocer la provincia vallisoletana más anónima. Tras una primera parada en la comarca de Duero-Esgueva, concretamente, en Amusquillo, hoy, domingo 3 de julio cogemos la mochila y nos trasladamos hasta Barcial de la Loma, en Tierra de Campos. Un municipio que no alcanza los 90 habitantes en un enclave entre los campos de cereales y que en sus documentos acredita que en 1900 alcanzó la cifra de 724 vecinos, pero ya en 1981 sufrió una devastadora pérdida poblacional quedándose en 235 barcialeños, gentilicio con el que se conoce a las personas naturales del municipio.

Rayando con la provincia de Zamora, si nos acercamos desde Villafrechós veremos como la monotonía de los campos se ve rota por alguna masa de pinar. Llegando a Barcial, y justo a la izquierda de la carretera se conserva aún un arco de exquisita belleza que perteneciera a la antigua Iglesia de San Miguel, de la que hoy solo se mantiene solo ese arco en pie.

En uno de los bordes de la carretera, dentro del casco histórico, se encuentra La Fortaleza, llegando hasta nosotros parte de sus cuatro paredes que formaban un torre en forma de cubo. Al fondo del pueblo se levanta la grandiosa torre de la Iglesia de San Pelayo, compuesta de piedra y ladrillo sobre seis cuerpos. El edificio data del siglo XVI, en estilo mudéjar de tres naves cubiertas por armadura de par y nudillo en la central y de cañón con lunetos y arista las laterales. Tiene cuatro capillas interiores en la que sobresale una estupenda cúpula y otra con un bello artesonado de madera policromado.

La iglesia mudéjar de la primera mitad del siglo XVI destaca su presbiterio con un magnífico artesonado de lacería estrellada. Tiene varias cubiertas más de madera, las cuales se atribuyen al carpintero Hernán Sánchez de Aguilar de Campos, también lo que más llama la atención de su alzado es su torre de tipo pórtico. El retablo data del 1525, y parece ser que su autor está próximo a Juan de Valmaseda. Además, en su interior se guarda un crucifijo posterior de gran calidad y atribuido a un escultor romanista.

La villa, que ya existía en 1095, bajo el nombre de Barceale de Lomba, se benefició del fuero que concedió en 1197 el monarca leonés Alfonso IX a Castroverde de Campos (Zamora). Su torre o fortaleza estuvo a las órdenes de la Santa Junta durante la Guerra de las Comunidades.

Cada 5 de mayo, en Barcial de la Loma es venerada una espina de la Corona que Cristo portó en su Calvario y que fue encontrada por un animal en el pueblo, y así lo festejan con misa y procesión. También celebran el día 25 de abril, San Marcos, con juego infantiles, verbenas, carreras de cintas y campeonatos de petanca.

La última semana de agosto se desarrolla la Semana Cultural con exposiciones, teatro, danzas y verbenas. La visita a este pueblo, que en otro tiempo se llamase Barcelae de Lomba, puede finalizar por el antiguo trazado del tren burra que unía Valladolid con Palanquinos en la provincia de León, así como acercarnos hasta los palomares que se encuentran diseminados por los campos de labor.