La estabilidad del bloque de la calle Goya está en riesgo «muy grave» y necesita actuaciones «de urgencia», según el primer informe técnico

Los técnicos del Ayuntamiento de Valladolid y arquitectos inspeccionan al detalle el bloque de viviendas que explosionó en la noche del pasado 1 de agosto en la calle Goya. Esta misma semana han comenzado los trabajos de estabilización y apuntalamiento del inmueble para evitar un colapso total ante los severos desperfectos que ha sufrido la fachada y el interior, así como también la propia estructura. Horas después de la grave deflagración y al conocer el estado que habían quedado las viviendas, el Consistorio vallisoletano encargó un informe técnico especializado en patologías de estructuras a la empresa Incidec que este lunes ha dictaminado en su primer resultado preliminar de la inspección visual con noticias relevantes para los afectados.

Según los profesionales, el edificio de la calle Goya 32 requiere medidas y actuaciones de urgencia y advierte del riesgo que corre la estabilidad del mismo. Así lo ha dado a conocer el concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona, tras mantener hoy una reunión con los técnicos de la Concejalía y la empresa contratada. El borrador del informe desvela un diagnóstico muy aproximado de la situación del inmueble en avanzado estado en ruinas y que lleva por el momento a «no optar por actuaciones precipitadas que serían más arriesgadas que dejar aquello que parece que estructuralmente no colapsa», expone.

Por ello, la decisión ha sido apear el edificio con seguridad, y de esta manera, ya se han dado las instrucciones a la empresa que se va a encargar de las obras a partir de este lunes. Según indica el edil vallisoletano, estos trabajos de seguridad se desarrollarán durante los próximos días y prevé que a finales de esta semana puedan quedar resueltos. Estas intervenciones permitirá entrar con mayor seguridad al interior del inmueble para realizar una inspección más detallada, y los propietarios también podrán hacer visitas a sus viviendas junto a los peritos y compañías de seguros para valorar los daños producidos por la trágica explosión.

Tal y como se indica en el informe al que ha tenido acceso este periódico, el edificio data del año 1970 y había pasado la inspección técnica ITE en 2014 con un resultado favorable. En los últimos años se habían realizado reformas en el edificio afectando aparentemente a la renovación de la cubierta, la implantación de un ascensor nuevo en la fachada trasera y en la accesibilidad del portal. El bloque aparentaba cumplir con un mantenimiento adecuado a pesar de que no se dispone de documentación detallada de las plantas de estructura o disposición por lo que se han tenido que realizar esquemas provisionales que se contrastarán con la realidad del edificio.

El concejal del Área también ha explicado que la estructura del edificio de más de 50 años de antigüedad no es como la de hoy en día puesto que «existen vigas y pilares apoyados con viguetas que les unen con una pequeña capa de hormigón». El elemento que más preocupa ante los daños visibles del edificio es el forjado y el pilar de la fachada puesto que se ha producido un desplazamiento hacia afuera. En el informe se indica que la situación de estabilidad está en riesgo «muy grave», según Zarandona, y se observa que se había desplazado «menos de lo que parecía».

José Ignacio Zarandona también ha apuntado que la fachada no es el mayor problema y actualmente vigilan los tres pilares que han perdido sección, puesto que uno de ellos estaba tapado por escombros, y se someterá a actuación cinco pilares que se encuentran en situación de riesgo grave. Una vez que se pueda entrar con facilidad y seguridad al interior se procederá a apuntalar el peso de los forjados que corren riesgo de desplomarse. El edificio afectado por la explosión en la calle Goya aparentemente cuenta en estos momentos con zonas en el lado izquierdo en las que se podría acceder pero hay otras en los que ya no hay ningún lugar por el que poder entrar, puesto que se desplomó gran parte del techo que separaba la planta baja del primero.

Por ahora no se descarta ninguna solución de futuro aunque desde el Ayuntamiento de Valladolid aseguran que lo más probable es que se realice una demolición parcial de elementos como los lienzos de forjado. Por último, en cuanto a la investigación del origen de la explosión, el edil de Urbanismo ha señalado que la deflagración pudo ser provocada «probablemente por gas ciudad», aunque todavía no se conocen los resultados definitivos de la Policía Científica. También de nuevo, el concejal ha señalado que «parece que se concluye que la explosión se produjo en la vivienda del 1ºC donde residía la fallecida», como ya avanzó el propio Zarandona a este medio el pasado 2 de agosto en el lugar de los hechos.