El herido grave de la explosión de Parquesol sigue ingresado en la Unidad de Quemados aunque su vida «no corre peligro»

Un mes y dos explosiones de gas han dejado en shock a Valladolid. Varias familias se han quedado sin hogar tras dos incidentes relacionados con fugas de gas, al parecer de manera accidental. La última ocurrida el pasado martes 29 de agosto en la calle Juan de Valladolid, en Parquesol, no fue tan trágica como la ocurrida el 1 de agosto en la calle Goya, puesto que en la reciente afortunadamente no hubo que lamentar víctimas mortales -aunque sí que una persona se encuentra en estado grave-, y porque la deflagración no causó daños estructurales al edificio y los desperfectos son reparables. En este sentido, el concejal de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Valladolid, José Ignacio Zarandona, ha avanzado este jueves algunas novedades de la explosión de Parquesol y ha apuntado que el administrador de la comunidad de vecinos del edificio siniestrado es «optimista» y cree que en la próxima semana algunos inquilinos podrán volver a sus viviendas, a excepción de la planta tercera, que fue la más dañada.

Zarandona ha señalado este jueves durante su visita a la nueva promoción de viviendas públicas en la zona de Las Eras, que aunque se hayan producido dos sucesos similares en el último mes, ha querido enviar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos de Valladolid porque estas explosiones «son absolutamente infrecuentes» y las tareas de reparación de los inmuebles «van en orden». El edificio de Juan de Valladolid de Parquesol está «en plenas tareas de reparación en las instalaciones generales para poderlo poner en servicio lo antes posible y se desarrollan mucha diligencia», ha explicado el edil de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento.

El concejal espera que pronto se pueda «pasar página» de este suceso y en breve se conozcan las conclusiones de la Policía Judicial y la Policía Científica y saber «de una manera más certera» cuáles han sido las causas, puesto que en un primer informe se apunta a una fuga de gas natural previa que explosionó por ignición accidental. En cuanto al vecino de 57 años, del 3ºI donde se originó la deflagración, que resultó herido grave con quemaduras, Zarandona ha afirmado que su vida «no corre peligro», y aunque las heridas son «graves» cree que «se recuperará». El varón sigue ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital Río Hortega desde el pasado martes, después de que su vecino del 3ºJ, un agente de la Policía Nacional, le salvara la vida entre las llamas y los escombros de la vivienda.

Por otro lado, la situación de la calle Goya, donde se cumple mañana un mes de la explosión en la que perdió la vida una mujer de 53 años, es «distinta» ya que la explosión fue, según apunta el edil vallisoletano, «de mucha mayor magnitud» y este inmueble sí que presenta «daños estructurales». En estos momentos, se ha descartado que «pueda haber un colapso estructural» y todavía se espera que avancen los trabajos para apear los pilares dañados, algo que ha señalado que va «un poco más lento» de lo que le gustaría. «Desde el punto de vista técnico, los daños pueden ser perfectamente reparados», pero Zarandona insiste en que «eso tendrán que decidirlo la comunidad, si se demuele o se repara».