El joven asesinado en la localidad vallisoletana de La Cistérniga, en realidad tenía 27 años y no era portugués, como informó inicialmente la Subdelegación del Gobierno, sino que era procedente de Valladolid, y estaba en busca y captura por la Policía de Aranda de Duero (Burgos). El fallecido portaba documentación falsa sobre su identidad en el momento en el que fue tiroteado en el antiguo mesón La Tía Pepa a las afueras de La Cistérniga lo que despistó a los investigadores sobre los hechos acontecidos, según ha confirmado este miércoles la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones.
La autopsia fue la que determinó realmente la verdadera identidad de la víctima y que responde a las iniciales B.L.C., contando con un historial delictivo de varios antecedentes policiales por tráfico de drogas, violencia de género y abusos sexuales. La Policía tenía una orden de búsqueda sobre el fallecido por un delito de inducción a la prostitución sobre una mujer ucraniana en una vivienda de Aranda de Duero.
El individuo falleció en la mañana del 1 de agosto en el Hospital Clínico de Valladolid a causa de un disparo por arma de fuego que le provocó una grave herida en la zona del tórax y acabó con su vida. Semanas antes de su trágico final en La Cistérniga protagonizó un violento episodio ya que tenía retenida a una mujer ucraniana en una vivienda de Aranda de Duero la cual ejercía la prostitución, sufría malos tratos, violencia de género y abusos sexuales presuntamente a manos del fallecido en Valladolid.
El delincuente asesinado en la provincia vallisoletana conoció a la mujer precisamente en Valladolid y mantuvieron una relación sentimental. Posteriormente, se trasladaron a Aranda de Duero donde él vivía y allí comenzó el presunto secuestro de la mujer de origen ucraniano. El pasado 17 de julio, efectivos de la Policía Nacional, Local y Bomberos de Aranda rescataron a la mujer tras conocer los hechos, aunque no lograron dar con el paradero del supuesto secuestrador, que se trata del fallecido en La Cistérniga.
Ante las nuevas informaciones que han salido a la luz, Virginia Barcones ha mostrado su confianza a los Cuerpos y Fuerzas del Estado para que esclarezcan lo ocurrido en la madrugada del 1 de agosto en La Cistérniga. «La Guardia Civil está siguiendo las informaciones para dar con el autor del crimen, la investigación avanza en cuanto a la identificación y localización, y vamos a dejarles un margen para que de sus frutos», aseguró.
Una noticia que vuelve a dar un nuevo giro en la investigación que la Guardia Civil de Valladolid realiza desde el pasado lunes a raíz del trágico desenlace de este presunto delincuente que mantenía en vilo a los agentes de Aranda de Duero. Valladolid, lamentablemente, vuelve a ser el escenario de un crimen aún por resolver donde se añaden nuevas hipótesis.
