Valladolid ha sido hoy más blanquivioleta que nunca. La ocasión lo merecía, el Pucela vuelve a ser de Primera División. Después de una temporada muy complicada con una irregularidad que muchos se temían lo peor, el equipo de Pezzolano se armó de valentía y fuerza para hacer frente al gran reto del ascenso. Y lo consiguió y vaya si lo hizo. En el tramo crucial de la temporada vimos a un Pucela que tenía muy claro que quería ascender y encima por la vía rápida. Tras el pitido final ante el Villarreal B, todos los sentimientos y emociones se desbordaron en Zorrilla, al igual que ha ocurrido hoy durante la celebración por las calles de Valladolid. La ciudad vallisoletana se ha volcado este lunes con su equipo para celebrar a lo grande el regreso a la máxima categoría del fútbol español.
Miles y miles de vallisoletanos ataviados con sus camisetas y bufandas del Real Valladolid han salido en la tarde de este lunes a las calles y plazas para festejar que volvemos a ser de Primera. Una vez más, el equipo surcó las aguas del Pisuerga a bordo del barco de las celebraciones en Valladolid para dejar instantáneas para el recuerdo. Los seguidores blanquivioletas se agolpaban en los puentes que cruzan el río Pisuerga para poder ver de cerca a sus ídolos y poder saludarles desde la distancia. La Leyenda del Pisuerga inició su viaje a Primera para recorrer durante casi una hora las aguas vallisoletanas que hoy se tiñeron de morado y violeta. El punto de encuentro ya en tierra tuvo lugar en Las Moreras donde los seguidores del Real Valladolid esperaron a sus jugadores para seguir con la fiesta.
Firmas, selfies, abrazos, y mucha, pero que mucha emoción se palpaba en los rostros de los vallisoletanos así como en los propios protagonistas de la jornada que no dudaron en atender las peticiones de sus hinchas. Masip, Anuar, Moro, Boyomo o Sylla fueron algunos de los futbolistas más aclamados por la afición en una comitiva encabezada por el presidente del Club, Ronaldo Nazário, y el entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano. A la fiesta también se sumó el alcalde Jesús Julio Carnero, que fue un hincha más y que incluso navegó en el barco por las aguas del Pisuerga para compartir este día de celebración con todo el Real Valladolid. La fiesta blanquivioleta continuó por las calles de Valladolid a bordo de un bus descapotable donde los jugadores recorrieron el casco histórico de la capital con un amplio recorrido que transcurrió por San Quirce, Angustias, Plaza de la Universidad, Plaza España, Acera Recoletos, Gamazo, Duque de la Victoria y Ferrari.
La Plaza Mayor de Valladolid fue el escenario elegido este año para poner el broche a la gran fiesta del ascenso donde miles de aficionados aguardaban la llegada del primer equipo. Los sentimientos se pusieron a flor de piel cuando el bus irrumpió por la céntrica plaza con el himno del Pucela de fondo. Vaya fiesta que se montó en Valladolid. Las riadas de aficionados confluyeron en el corazón de la capital vallisoletana, donde tuvo lugar la recepción oficial por parte de las instituciones locales, provinciales y autonómicas. Los jugadores blanquivioletas fueron saliendo al balcón del Ayuntamiento uno a uno mientras los seguidores les jaleaban como agradecimiento a todo el esfuerzo y sacrificio realizado durante esta dura temporada. Cánticos, ovaciones y mucha felicidad se sentía en el corazón de Valladolid.
Algunos de los entresijos de la celebración del Real Valladolid en la Casa Consistorial estuvieron marcados por el deseo de la afición pucelana a que Jordi Masip, que acaba contrato este año, renueve y se quede otra temporada más defendiendo la portería de Zorrilla. Otro de los momentos más surrealistas vividos esta jornada en la Plaza Mayor fue el cántico del entrenador del Real Valladolid que se cantó a sí mismo «Pezzolano dimisión» lo que generó una gran polémica entre la afición por las palabras que se entendieron como una burla del técnico uruguayo. Ronaldo también fue protagonista de la celebración entregándole una camiseta al alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, con su nombre ante los aplausos de los propios jugadores y de la Corporación Municipal. Tanto el brasileño como Carnero y Masip se dirigieron a los futbolistas y autoridades políticas que se congregaron en el Salón de Recepciones donde compartieron momentos de alegría y euforia por el épico ascenso que protagonizó este fin de semana el Pucela.
Así se puso el final a un día que toda la ciudad, toda la provincia de Valladolid, merecía vivir por la vuelta del Real Valladolid a donde merece estar en Primera, entre los mejores del país. Todavía resta una jornada para el final de la competición donde el conjunto pucelano viajará hasta Tenerife donde sueña con llevarse los tres puntos y terminar la temporada como campeones de la Segunda División. Así tras estas jornadas de celebración más que merecidas, el equipo regresará el miércoles a los entrenamientos para preparar el último choque liguero y acabar el año con la guinda del liderato.