Tordehumos ha transformado su Centro Multiusos San Miguel en un auténtico portal de Belén de carne y hueso en la víspera de Nochevieja y Año Nuevo. Una cita que se celebra en la localidad vallisoletana desde hace ni más ni menos que 22 años, y que cada edición hace brillar su estrella en lo más alto del medio rural. El municipio se vuelca en su Navidad para ofrecer a los vecinos y visitantes una propuesta navideña con el Belén Viviente como gran atractivo y con cuidados detalles que no envidian a otras representaciones similares en la provincia y Comunidad.
Alrededor de 40 vecinos participan en el Belén Viviente que se representa en dos ocasiones en la localidad durante estas fiestas y donde todo el mundo disfruta, tanto aquellos que protagonizan la escenificación como las decenas de personas que lo hacen desde sus butacas a los pies del portal. En el Belén de Tordehumos no falta ni un detalle, el decorado está cuidado al milímetro con puestos de diferentes oficios como carpintería, curandero o panadería. Además, los animales también ambientan de manera real esta representación como la mula de José y María, los corderos de los pastores o las cabras en las cuadras.
Este Belén terracampino narra el Nacimiento del Niño Jesús en la ciudad de Belén así como la adoración de los Reyes Magos y otras escenas como la Anunciación, los obsequios de los pastores al recién nacido o el encuentro entre Herodes y Sus Majestades de Oriente. Las nuevas generaciones se suman cada año en la escenografía del Belén de su pueblo, e incluso, esta muestra ha contado con un recién nacido de apenas 3 meses que sin saberlo, ha sido el gran protagonista encarnando al niño Jesús.
Un claro ejemplo de implicación y esfuerzo para mantener vivas las tradiciones en el medio rural, y como señala el alcalde del municipio, Agapito Bravo, «cada año se suman nuevos niños que hacen de pastorcillos o ángeles, aunque todavía nos queda que los veinteañeros se animen a participar de alguna manera en la representación, aunque nunca fallan como espectadores». De hecho, el propio regidor no solo trabaja como organizador del evento sino que es un personaje más dentro de la escena Bíblica encarnando la figura de uno de los pastores que acudían a adorar al Niño.
«El alcalde no puede faltar, en estos 20 años que se ha hecho el Belén Viviente siempre iba con la carroza de los Reyes Magos, y desde los últimos años me meto más en la representación haciendo de pastor. Es un oficio familiar que vienen de mis abuelos y tíos, siempre me ha gustado y para este papel está hecho», confiesa entusiasmado el alcalde de Tordehumos a este periódico. La localidad ha evolucionado con su Belén Viviente ya que los primeros años, allá por el 2000, se hacía al aire libre y la muestra se ha ido modelando en función de los nuevos tiempos hasta conseguir a día de hoy un escenario admirable dentro del templo de San Miguel.
La cita que arrancó en la tarde de este viernes 30 de diciembre sirvió para despedir el año y reunir a todos los vecinos de Tordehumos para vivir un evento mágico y arraigado en el pueblo. Además, al finalizar la escenografía, el Ayuntamiento repartió entre los allí presentes unas ricas sopas de ajo, típicas del invierno castellano para realizar un acto de convivencia en torno a la Navidad. Pero todo aquel que aún no ha descubierto este Belén Viviente en el corazón de Tierra de Campos tiene la oportunidad de volver a verlo el próximo 5 de enero a las 19.30 horas en San Miguel y que servirá de preámbulo para la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar a las calles y hogares de Tordehumos.