Valladolid ha guardado este miércoles un sentido minuto de silencio por el asesinato machista ocurrido esta madrugada en la provincia de Salamanca. Representantes de las principales intuiciones de Valladolid han realizado un homenaje a la víctima, una mujer de 36 años de Béjar, a las puertas de los edificios públicos con un silencio rotundo y han mostrado su repulsa a la violencia de género. Este atroz crimen machista ha ocurrido este miércoles 30 de agosto cuando la Policía Nacional recibió a las 06.00 horas de la madrugada una llamada de un hombre que informaba que había asesinado a su pareja e iba a suicidarse. Efectivos policiales se personaron en el domicilio de la pareja, en el número 7 de la calle Gredos de la localidad bejarana, y hallaron a una mujer de 36 años muerta con un fuerte golpe en la cabeza.
El Ayuntamiento de Valladolid, en presencia de alcalde Jesús Julio Carnero y concejales del equipo de Gobierno y del resto de la Corporación Municipal, la Diputación de Valladolid, en la que su presidente Conrado Íscar también ha estado presente en el acto, mientras que en la sede de presidencia de la Junta de Castilla y León, el presidente Fernández Mañueco ha liderado el minuto de silencio, y la delegada Virginia Barcones y la subdelegada de Valladolid, Alicia Villar han hecho lo propio en la Delegación del Gobierno de Castilla y León. «Castilla y León se vuelve a teñir de luto por la violencia de género», pronunciaba Barcones esta mañana en el minuto de silencio. Por su parte, el presidente de la Junta ha asegurado también que «el Gobierno de Castilla y León seguirá reforzando la lucha contra los agresores a sus parejas, así como la atención a las víctimas».
María Rosario de 36 años ha sido asesinada por su pareja, un varón de 49 años, y que posteriormente ha confesado el crimen a través de una llamada a la Policía mientras alertaba que se quería suicidar. Cuando llegaron los organismos de emergencias confirmaron que la mujer se encontraba fallecida. Posteriormente, sobre las 07.30 horas, con la colaboración de la Guardia Civil, los efectivos policiales detuvieron al supuesto agresor tras lograr convencerle de bajar por sus medios del viaducto donde amenazaba con tirarse. El detenido tenía denuncias del 2005 por violencia doméstica hacia su padre y hermano. La mujer asesinada había interpuesto denuncias por malos tratos hacia anteriores parejas suyas pero ninguna hacia su presunto asesino.
