Valladolid comienza con los desbroces en 538 hectáreas para evitar la acumulación de maleza y el riesgo de incendios

El concejal de Medio Ambiente, Alejandro García Pellitero, ha presentado hoy en el barrio de Parquesol el Plan de Desbroces del Ayuntamiento de Valladolid para evitar la acumulación de maleza y el riesgo de incendios. Como ha explicado el concejal, «en el mes de mayo comienza la habitual campaña de control de la vegetación espontánea en los terrenos gestionados por el Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento, en un año en el que las abundantes lluvias y las altas temperaturas de semanas anteriores han hecho que haya más vegetación de lo habitual». Este Servicio gestiona las zonas verdes de la ciudad dividiendo la misma a efectos organizativos en cuatro partes con Zona Norte, con una superficie de 127 hectáreas; Zona Sur y Este, con una superficie de 127 hectáreas; Zona Oeste, con una superficie de 175 hectáreas; Zona Centro, con una superficie de 109 hectáreas.

En total, la superficie gestionada es de 538 hectáreas, que al ser comparada con el estadio de futbol José Zorrilla, de 7.140‬ metros cuadrados, equivaldría a gestionar 760 campos de futbol. De esa superficie gestionada hay que destacar que en el casco urbano existen 49.174 alcorques y en relación con las calles de la ciudad que poseen arbolado el citado Plan lo cuantifica en el 42% de las mismas, ocupando 232.541 metros lineales, 232 kilómetros. Además de toda esta superficie gestionada de forma ordinaria, el Servicio de Parques y Jardines realiza desbroces en otras 101 hectáreas que comprenden las parcelas dotacionales propiedad del Ayuntamiento de Valladolid; recintos interiores de edificios o instalaciones municipales como patios, claustros, zonas de huertas; autovías, carreteras y caminos, cuya gestión corresponda al Ayuntamiento; y actuaciones de desbroce de parcelas privadas mediante ejecución subsidiaria. Todas estas actuaciones son realizadas contando con una plantilla de 248 personas.

Durante el mes de abril, en cumplimiento del Plan Director del Arbolado, se permite el crecimiento natural de la vegetación espontánea, lo que conllevará la naturalización de los espacios verdes urbanos. Mientras que en los meses de mayo y junio, y debido al crecimiento de la vegetación espontanea se plantea preceptivo realizar un control de la vegetación, en función al programa ‘Apadrina un alcorque’, el cual a petición de numerosas asociaciones vecinales conllevará que sean las propias asociaciones las que gestionen la vegetación existente en los propios alcorques, plantando flores o plantas que mejoren su aspecto. En aquellos alcorques no apadrinados por una asociación vecinal, se permitirá el crecimiento natural de la vegetación espontánea, salvo que tenga una altura o volumen excesivo, u otras circunstancias.

En consecuencia, por parte del personal se procederá a realizar los correspondientes desbroces. En las vías urbanas donde la proximidad de las viviendas y vehículos es mayor a los alcorques, el desbroce se realizará principalmente de manera manual mediante azadas y en las zonas donde no haya peligro de dañar bienes o personas se realizará el desbroce mecanizado con desbrozadoras mecánicas. En aquellos casos en los que los desbroces manuales o mecánicos no sean viables técnica o económicamente posibles, se podrían realizar desbroces químicos aplicando productos naturales de bajo riesgo aprobados por la Comisión Europea. En relación con las parcelas a desbrozar se procederá de forma muy similar a la de los alcorques. Durante el mes de abril se permitirá el crecimiento, floración y diseminación de la vegetación espontánea, para que las mismas formen las características praderas naturales primaverales, todo ello siempre y cuando no surja algunas circunstancias de volumen o especies pinchudas y urticantes.

Durante el mes de mayo se procederá a realizar la licitación pública del contrato de desbroces, para que una vez adjudicado se proceda a realizar los correspondientes desbroces según calendario de prioridades en función del cumplimiento de alguna de las características anteriormente descritas. En definitiva, y como ha añadido el concejal, «según el Plan Director del Arbolado, la gestión de los espacios verdes públicos en la actualidad se encuentra en un proceso de transición hacia espacios verdes más naturalizados, fomentando la biodiversidad urbana, la naturalización de ciudades y la formación de una infraestructura verde que favorezca ciudades más saludables, sostenibles y ecológicas, y por eso este proceso de naturalización conlleva un cambio de paradigma sobre todo en las ciudades, en las que hasta ahora el uso de químicos para la eliminación de las conocidas como ‘malas hierbas’ era la práctica habitual».