Una imborrable huella en Zorrilla: ¿Qué fue de Joseba Llorente?

Un ídolo para toda una generación blanquivioleta. Uno de los ‘9’ más queridos que ha pasado por el José Zorrilla protagoniza esta décima entrega dedicada a recordar aquellos jugadores que dejaron su huella en el Real Valladolid. Joseba Llorente y aquel joven ariete de Hondarribia se supo ganar el cariño de su afición a base de esfuerzo, entrega, goles y más goles. Su dupla con Víctor Fernández es recordada como una de las mejores delanteras que disfrutó el Pucela y nadie olvidará jamás aquel gol ante el Espanyol que se convertiría en el tanto más rápido de LaLiga a los 7,08 segundos ante el Espanyol y que le permitiría escribir con letra dorada su nombre en la historia del fútbol nacional. Un gol histórico en Zorrilla que, de hecho, muchos aficionados blanquivioletas se lo perdieron puesto que se encontraban accediendo todavía al Estadio.

La historia futbolística del exdelantero del Real Valladolid comenzó en la playa de su querida Hondarribia en la frontera con Francia, antes de dar el gran salto a la Primera División y empezar a marcar goles con las camisetas de Eibar y Pucela. Joseba Llorente se formó en la cantera de la Real Sociedad desde muy pequeño hasta que en 1999 debutó con 20 añitos en la máxima categoría con el conjunto Txuri Urdin en La Romareda ante el Real Zaragoza. En el verano de 2000 se anunció su cesión a la Sociedad Deportiva Eibar y aunque una lesión de rodilla le impidió disfrutar del comienzo de la temporada, a partir de noviembre empezaría a sacar todo su arsenal con los armeros. En dos meses logró marcar 4 goles en 8 partidos y ya empezaba a apuntar maneras.

Sin embargo, nuestro protagonista no completó el año de cesión en Ipurúa puesto que la Real Sociedad decidió que retornara al Club ante el delicado momento que atravesaban. El técnico John Benjamin Toshack fue el artífice de que Llorente volviera a vestir los colores Txuri Urdin, aunque sus problemas físicos con la rodilla volvieron a lastrar al delantero vasco que en esa media temporada jugó 9 partidos y marcó 2 goles. Sin embargo, en las campañas posteriores, la alta competencia en la delantera con Kovacevic, Nihat y Óscar de Paula provocó que el de Hondarribia apenas contara con minutos por lo que se activó su salida del Club, nuevamente, destino Éibar.

En 2003 llegaría otra vez al Éibar contando con más regularidad ya que disputó alrededor de una treintena de partidos, aunque sin alcanzar grandes registros goleadores. Tras desvincularse por completo de la Real Sociedad, José Luis Mendilibar insistió para que el Éibar se hiciera en propiedad con los servicios del delantero vasco y en la 2004-2005, Llorente alcanzó su gran consagración. El conjunto armero rozó el ascenso a Primera División y el ‘9’ fue el claro referente de su ataque marcando 18 goles, su récord anotador en una temporada. De hecho, fue el segundo máximo goleador de la categoría. Sus espectaculares números hicieron que diferentes equipos de nuestra Liga se volvieran a fijar en este killer del área, aunque para nuestro bien, el Real Valladolid se llevó el gato al agua.

Y de Ipurúa a Zorrilla. En el verano de 2005, Joseba Llorente firmó por el Pucela por cinco temporadas. Los blanquivioletas pagaron al Eibar cerca de 600.000 euros por su fichaje y aquí rápidamente se convirtió en el delantero titular del equipo, y ya en sus dos primeras temporadas anotó una treintena de tantos. Víctor, Aduriz, Tote, Sousa y Joseba, la calidad de aquella delantera era inolvidable. Mucha pólvora, y que hoy en día tanto echa en falta el Real Valladolid. Rápidamente, ‘El Castas’, como le conocían cariñosamente en el vestuario se convirtió en un ídolo en Zorrilla, tanto para su afición como para el resto de sus compañeros puesto que veían en este ‘9’ el hombre que les sacaba de cualquier apuro en cada jornada con sus goles.

Joseba Llorente tocó el cielo junto al resto del equipo en su segunda temporada como blanquivioleta. Un viejo amigo suyo, José Luis Mendilibar llegaba al banquillo del Real Valladolid en la 2006-2007, sí la temporada del inolvidable ascenso en Tenerife. Es difícil que los hinchas vallisoletanos hayan olvidado la gesta que protagonizó el equipo aquel año puesto que logró subir a Primera División ocho jornadas antes de acabar el campeonato batiendo todos los récords, y acumulando 29 partidos seguidos sin perder, 21 de ellos con victorias. Sin duda alguna, estamos hablando de la temporada en la que nuestro ‘9’ protagonista de hoy deslumbró en Liga. La siguiente temporada, el del regreso a Primera División, los goles de Llorente también fueron cruciales para que el equipo mantuviera la categoría. Con 16 goles a sus espaldas, y el más especial, el de Huelva ante el Recreativo en la última jornada para sellar la permanencia.

Durante su etapa en el Real Valladolid, ‘El Castas’ logró 45 goles en 99 partidos, aupándose como uno de los grandes arietes que pasó por Zorrilla en toda su historia. En 2008 el matrimonio Llorente – Real Valladolid llegó a su fin. Era de esperar, el nivel del delantero llamó la atención de clubes con pretensiones y objetivos muchos más altos, y la oportunidad llegó para el killer vasco. En mayo de ese año se confirmó su fichaje por el Villarreal con un contrato de cuatro campañas, dando el salto a uno de los equipos top por aquel momento, el submarino amarillo. El 21 de octubre de 2008 anotó un hat-trick en la fase de liguilla de la Liga de Campeones, en el partido que enfrentaba al Villarreal contra el Aalborg BK. Durante su estancia en El Madrigal, el delantero vasco consiguió anotar 24 goles en 61 encuentros.

Dos años más tarde, en junio de 2010 se confirmó su fichaje por la Real Sociedad. Llorente regresaba a casa siendo el principal fichaje de los de Anoeta para afrontar el regreso a la Primera División tras tres campañas en Segunda. Sin embargo, las lesiones volvieron a entremeterse en la carrera de nuestro Joseba y a pesar de que en la temporada 2011-2012, pudo iniciar la pretemporada con el resto de sus compañeros, Philippe Montanier apenas contó con él, jugando apenas 255 minutos en Liga. Al finalizar la temporada, la Real Sociedad comunicó a Llorente que no contaba con él de cara a la siguiente campaña, por lo que el jugador y el Club buscaron una salida a su situación. En agosto de 2012 se confirmó su cesión hasta final de temporada a Osasuna donde se reencontraría con su entrenador por excelencia, José Luis Mendilibar.

En octubre de 2013, Joseba Llorente puso punto y final a su carrera tras no contar con ninguna oferta interesante que llamara su atención para seguir ligado al mundo del fútbol, desgraciadamente, también lastrado por algunos problemas físicos. A partir de aquí, el delantero de Hondarribia decidió disfrutar de otro deporte como fue el atletismo junto a esos 42 kilómetros de los maratones y decidió dedicar mucho más tiempo a sus tres hijas después de una larga y exitosa carrera ligada al mundo del balón.