La localidad vallisoletana de Urueña termina el 2023 con una mala noticia para todos sus vecinos y visitantes. La conocida Villa del Libro, que atrae cada año a miles de turistas, perderá en los próximos días uno de sus servicios básicos, como es el cajero automático. La entidad bancaria Unicaja ha decidido retirar el único cajero con el que contaba hasta ahora este municipio vallisoletano, y que da servicio no solo a esta localidad sino a otros pueblos cercanos. El alcalde de Urueña, Francisco Rodríguez, ha manifestado públicamente su malestar con esta decisión que afecta directamente a su municipio, la calidad de vida de sus vecinos, así como a la estancia de visitantes y turistas que se acercan al pueblo desde otras provincias españolas.
El regidor de Urueña daba a conocer la noticia del cierre del cajero automático este martes 26 de diciembre, asegurando que este mismo día ha recibido un correo electrónico del grupo bancario propietario del cajero automático, Unicaja, en el que anunciaban que «el próximo viernes se procederá a la retirada definitiva del mismo», tal y como indica Francisco Rodríguez. «Se ha intentado por todos los medios, contactando con todas las administraciones para evitarlo pero no ha sido posible«, lamentaba el alcalde carrasqueño Francisco Rodríguez a través de un comunicado en sus redes sociales.
En este sentido, y ante los inconvenientes y problemas que puede ocasionar la ausencia de un cajero automático en Urueña, y en otros muchos municipios, Rodríguez San José reflexionaba que «la batalla del mundo rural contra los bancos está perdida», ya que a juicio del alcalde «solo velan por sus intereses, por sus cuentas de resultados y si hay pérdidas con el cajero pues se elimina». Ante esta situación, el regidor reconoce que desde el Ayuntamiento «lo hemos intentado», pero confesaba tristemente que «salvo milagro de última hora nos quedamos sin el cajero que tan buen servicio daba a Urueña, pueblos de alrededor y turistas», concluye.
Precisamente, este cierre masivo de bancos en los pueblos ha obligado a tomar medidas a las administraciones vallisoletanas, como es el caso de la Diputación de Valladolid poniendo en marcha un Cajero Móvil para dar servicios a los habitantes del medio rural. Esta oficina itinerante, propiedad de la institución provincial, recorre diferentes localidades que no cuentan con bancos ni cajeros para facilitar la retirada de dinero en efectivo a los vecinos. Además, en los últimos meses, la Diputación de Valladolid logró suprimir las comisiones de las principales entidades financieras que operan en la provincia, algunas de ellas sin límite de disposiciones ni cantidad como es el caso de Caja Rural de Zamora.