‘Un paseo por la provincia de Valladolid más curiosa y desconocida’: Valdenebro de los Valles

Este pequeño municipio se sitúa en el límite entre las dos comarcas del norte de la provincia de Valladolid, Tierra de Campos y los Montes Torozos, pero que está incluida en esta última, debido a que la posición de su núcleo se encuentra en las laderas del citado páramo de Torozos. Valladolid Plural explora la localidad vallisoletana de Valdenebro de los Valles, de 193 vecinos, pero con una gran historia en cada uno de sus rincones.

Debido a su posición en ladera, resulta tremendamente atractiva la llegada a este pueblo desde cualquier punto, bien desde Medina de Rioseco, el cual se verá como suspendido, o bien desde Montealegre o La Mudarra, que se avistará culminando una especie de pequeño otero o colina con la llanura de Campos abajo.

Desde cualquier lugar que lleguemos, lo primero que veremos será la torre de piedra, alta y erguida de su edificio más relevante, la Iglesia de San Vicente Mártir, del siglo XVI, gótica, de una sola nave cubierta por una bóveda de crucería con terceletes, si bien la capilla mayor tiene bóveda estrellada. En el interior, lo más interesante es un retablo de gran tamaño del siglo XVII y tres tablas pintadas en el año 1540.

La sencilla portada de la iglesia sobresale del muro Norte, adosada a un contrafuerte de planta rectangular, formando un pequeño anticipo que remata con tejaroz recto y se abre por medio de tres arquivoltas planas de arco ya ligeramente apuntado. La última arquivolta con decoración de medias cañas descansa sobre un aparejo de sillares en voladizo, restos de la línea de imposta que se prolongaría por el paramento del antiguo edificio del siglo XIII, y tres pares de pequeñas columnas monolíticas de fuste liso, gran capitel sin tallar y pequeñas basas que apean sobre un banco o plinto.

Justo en la misma plaza se ubica también el Ayuntamiento de Valdenebro de los Valles, donde destaca su fachada en la que sobresalen unos magníficos arcos de piedra. Sus casas, la mayoría de piedra y alguna con escudos, también merecen mención así como la de Santa María de Troya, que hoy es el cementerio de la localidad.

Valdenebro también guarda su estela funeraria, un monumento, generalmente monolítico, con inscripciones en forma de pedestal, que se erige sobre el suelo con una función conmemorativa, funeraria, religiosa o geográfica. La ‘Estela de Valdenebro’, que tuvo una función funeraria, ha perdido parte de su apariencia y de su decoración original al ser reutilizada como material de construcción. El soporte es piedra caliza porosa, un bloque monolítico de 1’31 metros de altura. Podría datar de entre los siglos II-III, un periodo comprendido entre los años 150 al 250, pero la ausencia de contexto arqueológico impide dar una cronología concreta.

Las buenas vistas y las buenas fotos, están aseguradas debido a su excelente posición en las cuestas que dan pie a los páramos de Torozos. Un municipio encantador y lleno de cosas por descubrir y que se une a Villavellid en la lista de reportajes de la comarca de Montes Torozos que hemos realizado este verano.