El Comité de Competición de la RFEF ha sancionado con dos partidos a Paulo Pezzolano como consecuencia de la tarjeta roja que vio ante el Villarreal el pasado 15 de abril. El entrenador uruguayo fue amonestado en el minuto 74 de partido, después del gol del submarino amarillo cuando El Yamiq yacía tendido en el área tras sufrir un pisotón.
De esta forma, el técnico del Real Valladolid no podrá sentarse en el banquillo en los dos próximos duelos ante el Girona en Zorrilla y frente al Valencia en Mestalla. Sin duda alguna, una noticia que trastocará los planes blanquivioletas puesto que el espíritu y garra que aporta Pezzolano desde la banda a sus jugadores ya ha hecho sus primeros efectos desde su aterrizaje hace un par de semanas en Valladolid, logrando cuatro de seis puntos posibles.
El técnico blanquivioleta reiteró tras el choque en Villarreal que en la acción de su roja, «lo único que dije era fair play y no para los árbitros sino al equipo rival», una acción que ya tuvo sus consecuencias en el partido y ahora también en los dos próximos encuentros vitales para las aspiraciones del Pucela puesto que se disputa 6 puntos importantísimos ante rivales directos por la permanencia.
La expulsión de Pezzolano en la Cerámica también tuvo su llamativa reacción tras abandonar el banquillo puesto que según reconoció en la posterior rueda de prensa, vivió los minutos finales del partido con los oídos tapados y encerrado en el vestuario porque no quería saber nada de lo que sucediera sobre el terreno de juego hasta el pitido final, y de hecho llegó hacer bicicleta para desenchufarse por completo.
