El ya exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, no ha pasado desapercibido en el Pleno de la Sesión Constitutiva y la investidura de Jesús Julio Carnero como nuevo regidor de la ciudad. El socialista ha seguido sin perder detalle el acto que se ha celebrado en el Salón de la Casa Consistorial de Valladolid, aunque eso sí, en esta ocasión desde la bancada de la oposición municipal. Puente ha sido crítico y reivindicativo con el que ya es el nuevo equipo de Gobierno de Valladolid, liderado por el PP y Vox, en un pacto de coalición.
Óscar Puente ha defendido, en su discurso, la legitimidad del Gobierno formado por PP y Vox dentro de las normas democráticas, aunque ha advertido al nuevo regidor de que sus socios le pueden «arrastrar al sectarismo». El alcalde saliente, quien encabezó la lista más votada en las elecciones del 28-M, no ha podido contar con los apoyos suficientes para ser investido para un tercer mandato, y ha tenido que intervenir en nombre del Grupo Municipal Socialista. Puente ha querido resaltar los reproches, que él mismo recibió por parte del PP cuando tomó la posesión de la Alcaldía en 2015, con críticas a quien le precedió en el cargo, Javier León de la Riva, con un repaso a la «herencia» que deja en la ciudad y con varias preguntas sobre cómo abordará el nuevo Gobierno vallisoletano con Vox algunas de las cuestiones de la vida municipal.
Puente ha asegurado que Jesús Julio Carnero es «el alcalde legítimo de Valladolid» al igual que su Gobierno, aunque ha subrayado que la composición del nuevo Ejecutivo aún no se conoce con todos los detalles. «El desde hoy alcalde no ha sido el candidato más votado por la ciudadanía y sin embargo eso no le resta un ápice de legitimidad, guste más o guste menos», ha explicado. Aunque en este sentido, Puente no ha podido evitar pronunciarse que a él, el acuerdo entre PP y Vox no le gusta «nada». De esta manera, el socialista ha aprovechado para reflexionar sobre algunos de los términos con utilizaron los populares sobre el acuerdo entre PSOE, VTLP y Sí Se Puede que permitió tomar posesión a Puente pese a no liderar la lista más votada, puesto que aquellos comicios, el PP liderado por el exalcalde León de la Riva ganó al PSOE.
Por ello, ha insistido en que espera que no se vuelvan a escuchar en este Salón de Plenos frases como «coalición de perdedores, han repartido sillones, sueldos y tenencias de alcaldía o que para ustedes lo importante era colocar a los suyos en los ansiados puestos de mando». Ante estas acusaciones, Puente ha aseverado que esas palabras que se escucharon hace ocho años contaron con «la aprobación» del que hoy es el alcalde ya que se sentaba en la bancada del PP. También ha querido defender que el «relevo democrático» entre un alcalde y otro, cuando son de distintos partidos, puesto que es «importante» que se lleve a cabo con «normalidad» y que el alcalde saliente esté presente en la toma de posesión como concejal «o como mero invitado», lo que ha hilado con una crítica a León de la Riva, quien a juicio de Puente no dio la oportunidad de que el relevo fuera correcto ya que no asistió a la sesión constitutiva de la Corporación en 2015, después de perder la Alcaldía y de ser inhabilitado por sentencia judicial, aunque por contra, De la Riva sí que acudió hoy a la investidura de Carnero, como exalcalde y número 27 de la candidatura.
Puente continuó su intervención repasando las ventajas y desventajas que el nuevo alcalde tendrá en su labor. En primer lugar se ha referido, en tono irónico, que «nadie le llamará okupa», como sí le denominaron a él, al tiempo que se ha comprometido a ofrecer a Carnero una labor de oposición seria y responsable, «con la que podrá dialogar y llegar a acuerdos», algo que él asegura que no ha tenido en los últimos ocho años por parte del PP. Otra ventaja, según Puente, será que recibe «una buena herencia», ya que él recibió en 2015 un presupuesto elaborado por el PP con 300 millones de euros y ahora Carnero llega a la Alcaldía con unas cuentas de «404 millones». «No le pido que lo mejore, igualelo», ha manifestado el socialista. En relación a las desventajas, Puente ha mencionado principalmente a los socios de Gobierno de Vox, y además del mensaje sobre la «negación» de la violencia de género, también ha anticipado posibles polémicas a causa del «sectarismo» de dicha formación. «Si usted lo permite, arrastrarán a su Gobierno por el camino del sectarismo», ha enfatizado el exregidor.
Sumado a esto, Puente ha lamentado en su intervención, la entrada en el Gobierno de Vox, siendo una formación política, a su juicio, marcada por la «intolerancia, el negacionismo, el machismo y la xenofobia como sus principales señas de identidad» y que «camufla» la violencia de género con el calificativo «intrafamiliar» cuando considera el socialista que «no es lo mismo». De este modo, el socialista formuló una serie de preguntas dirigidas a Carnero sobre si va a «dejar de existir el centro de igualdad municipal en el que se ayuda a las mujeres víctimas de violencia de género», o «qué va a pasar con el diálogo social» y con el Festival de Cine de la Seminci, en referencia a unas declaraciones de García-Gallardo en la última edición sobre el supuesto «adoctrinamiento» que en él se produce.
Para Puente, otros de los grandes problemas a los que se enfrenta el nuevo alcalde popular son «sus compromisos electorales», como el nuevo estadio José Zorrilla, la ampliación del puente de poniente, o el soterramiento», pues entiende que son «muy difíciles, por no decir imposibles de cumplir». En especial, en cuanto al compromiso de Carnero para volver a recuperar el soterramiento, Puente ha introducido una variación en sus planteamientos, pues considera la posibilidad de que se pudiera ejecutar el proyecto del gran túnel, si bien tardaría «décadas» en concluirse.
Por último, el alcalde saliente ha instado a Carnero a ser «cabal e inteligente» y «no paralizar» las obras de la integración ferroviaria ya que «hay dinero» en la Sociedad Valladolid Alta Velocidad para dar solución al Arco de Ladrillo, cuyo viaducto «se cae a cachos». Óscar Puente también ha aprovechado sus últimos minutos para reiterar a Carnero que está a su disposición y ha reconocido que en los ocho años en los que ha sido alcalde ha puesto la ciudad «por delante de muchas cosas, quizá demasiadas».
