Óscar de la Fuente, emocionado por el reconocimiento de su Medina del Campo: «El Goya a lo mejor me lo esperaba, el Roel no»

«Orgulloso y muy emocionado», Óscar de la Fuente ha recibido hoy el nombramiento como Actor del Siglo XXI de la 35 SECIME. La distinción contradice la sentencia de que nadie es profeta en su tierra y estos días ha podido apreciar «el cariño de todo lo que hay alrededor de este premio». «Me he sentido acariciado todo el rato. Verme aquí recibiendo un Roel… El Goya a lo mejor me lo esperaba, el Roel no», ha llegado a decir en la rueda de prensa previa a la entrega del reconocimiento.

Esa nominación al Goya al actor revelación por su papel en El buen patrón, de Fernando León de Aranoa, solo vino a «corroborar» la altura como actor de Óscar de la Fuente, ha señalado el director de la Semana de Cine, Emiliano Allende, especialmente satisfecho de poder entregar el Roel a un medinense, «por sus méritos, no por ser medinense».

El galardonado ha admitido el especial significado que tiene para él verse reconocido en un certamen al que ha visto nacer y para el que incluso hacía las animaciones en su día, tal y como ha recordado. Cuando el director de la SECIME se lo comunicó, se echó a llorar, ha confesado al agradecer un galardón del que se queda fundamentalmente con «el hecho de que la gente se alegre, de que te acompañen quienes saben que has estado mucho ahí, trabajando, luchando». Además, a su madre «le hace feliz», ha añadido.

De la Fuente ha asegurado que El buen patrón ha supuesto «un punto de inflexión a la hora de afrontar trabajos», porque nunca hubiera pensado que rodaría con Fernando León de Aranoa, de quien destaca «el amor al cine y a contar una historia». Entre los trabajos en el horizonte, el actor ha desvelado su participación en tres series de televisión, para Disney, Netflix y Antena3; en este último caso, la adaptación de La novia gitana, de los ganadores del Planeta aliados bajo el seudónimo de Carmen Mola.

Precisamente sobre las plataformas, ha señalado su doble cara: durante la pandemia evitaron que la mitad de las producciones se viniesen abajo y después han tenido un efecto en la bajada de afluencia de espectadores en las salas. En todo caso, no se ha atrevido a augurar cómo evolucionará el ecosistema audiovisual con la irrupción de estos canales de exhibición. «Estamos todos medio improvisando y viendo cómo podemos organizar todas estas cosas», ha señalado. Aunque todavía recita de memoria el monólogo de Sempronio en La Celestina, Óscar de la Fuente no se arriesga a elegir un género: «Me siento muy vivo en teatro, pero desde que he descubierto el mundo audiovisual también me siento muy libre aquí, porque he coincidido con directores y directoras que te dan esa libertad».

Cabe recordar que el reconocido actor vallisoletano ha estado en boca de todos en los últimos meses tras su nominación a los Premios Goya como Mejor Actor Revelación por su papel en ‘El Buen Patrón’. Él mismo nos contaba en declaraciones en exclusivas a Valladolid Plural que «ya la nominación era un premio». En el siguiente enlace podrás volver a leer la conversación con Óscar de la Fuente, semanas antes de su gran momento profesional.

Antes de la entrega del Roel de Actor del Siglo XXI, el debate propuesto sobre «El futuro del cine: apocalipsis o renacimiento» en Las Conversaciones del Balneario ha puesto sobre la mesa algunos de los escollos con los que se topa el sector y, por tanto, también los festivales. El de la falta de relevo generacional entre los espectadores parece uno de los más evidentes a juzgar por el diálogo mantenido por la directora, productora y guionista Pilar García Elegido, el director y productor Xosé Zapata, el director del Festival de Cine de Alcalá de Henares, Luis M. González, y el crítico David Sánchez, moderados por la periodista Angélica Tanarro.

Pilar García Elegido llamó la atención sobre la burocracia que rodea la gestión administrativa en torno al cine y el audiovisual: «la inmediatez que busca ahora la distribución, con las plataformas» resulta incompatible «con los tiempos tan lentos de la administración», ha señalado como uno de los problemas a resolver. El otro estaría, en su opinión, en la educación, sin la que es imposible que los más jóvenes se acerquen a la gran pantalla. «Si no se crean futuros espectadores con nociones del lenguaje audiovisual, de la historia de la cinematografía, etc., el cine no les va a interesar, las siguientes generaciones no van a ser capaces de tener criterio para desbrozar, en un mundo multipantalla, lo que es grano de la paja», ha alertado antes de reclamar «un especial cuidado a la diversidad cinematográfica y a los nuevos talentos». «Eso es lo que tiene que cuidar la administración», ha concluido.