Lo que no se vio de la celebración del ascenso: el abrazo entre Ronaldo y Pacheta, las arengas de los jugadores o la camiseta talismán del alcalde

El Real Valladolid celebró este domingo el ascenso a Primera División por partida doble, primero en el José Zorrilla tras el pitido final, y posteriormente, la afición blanquivioleta trasladó la celebración al centro de la ciudad con la Plaza Zorrilla como protagonista. Muchos, o la gran mayoría, ya han podido ver los resúmenes de los festejos del ascenso, pero aún quedan muchas curiosidades por enseñar.

La alegría inundaba a la afición pucelana tras el pitido final en Zorrilla con el 3-0 en el marcador, una felicidad que se multiplicó por mil tras la conclusión del encuentro en Santo Domingo donde el Eibar cayó, lo que suponía el ascenso matemático para el Real Valladolid. Zorrilla se convertiría en una fiesta con jugadores, cuerpo técnico y afición entregados al máximo, a ellos se sumó también el presidente del Club, el astro brasileño, Ronaldo Nazario, convirtiéndose en uno más de las celebraciones y como si de un jugador más se tratara.

Era el momento de disfrutar y de coger aires después de esta temporada de tantos altibajos, de momentos de mucha emoción y satisfacción por lo que se veía jornada tras jornada, pero también de desesperación y angustia por ver que el ascenso directo se escapaba en partidos a priori sencillos. Pero si algo hemos aprendido del Real Valladolid es que nunca se puede dejar de creer porque si después de la derrota en casa hace ya varias semanas contra la Real Sociedad B nos llegan a decir que en la última jornada íbamos a llegar con posibilidades y que el ascenso directo iba a consumarse, muchos de nosotros no nos lo hubiéramos creído.

Pero basta de lamentaciones, volvamos al césped del José Zorrilla donde los jugadores de la primera plantilla se lo pasaron en grande con cánticos, celebraciones con la afición. Masip, el capitán, micrófono en mano agradeció a la afición toda la entrega durante este año de tantos sinsabores; Roque Mesa aclamado por todos los pucelanos mostró una vez más su calidad ya no solo sobre los terrenos de juego sino también aregando a las masas para hacer saltar a los hinchas al grito de «nos lo merecíamos».

También hubo momentos para la emoción y lloros de alegría como pudimos ver en Álvaro Aguado que no terminaba de creerse que había devuelto al Pucela a Primera División. El jugón ’16’ del Real Valladolid no pudo contener las lágrimas de emoción al presenciar toda la fiesta que le rodeaba y tuvo que ser Gonzalo Plata quien también levantara al centrocampista para fundirse en un emotivo abrazo.

Por otro lado, la ‘Robertoneta’ es «sumamente peligrosa», alertaba la cuenta del Real Valladolid en su Twitter cuando Roberto al volante cogió la camilla de jugadores lesionados con Hugo Vallejo, Óscar Plano, Javi Sánchez o Luis Pérez a bordo y recorrieron todo el césped de Zorrilla animando a su afición que no paraba de grabar todo lo que estaba sucediendo. Pero el vídeo que la mayoría inmortalizó, sin duda alguna fue cuando las luces de Zorrilla se apagaron y solo las linternas de los teléfonos móviles alumbraban el feudo blanquivioleta al grito de «Oh Pucela».

Mientras tanto, Monchu quiso trasladar un mensaje de agradecimiento a la afición por el «recibimiento» tras llegar en el mercado invernal y les dedicó el ascenso al grito de «esto va por vosotros». Otro de los ‘guasones’ del vestuario pucelano, Luis Pérez, fue el encargado de dar el toque en clave de humor con chistes y jergas entre aficionados, mientras que Nacho, el dueño de la banda izquierda, no paraba de besarse el escudo del Real Valladolid al grito de «¡vamos!».

Y volviendo a las celebraciones, y ya algo más íntimas, pudimos presenciar el efusivo abrazo entre Ronaldo y Pacheta y las muestras de cariño entre ambos dentro de los vestuarios, muestra de la felicidad y agradecimiento que existe entre el presidente y el míster. Un Ronaldo que felicitó uno por uno a sus jugadores agradeciendo el esfuerzo realizado durante toda la temporada y en especial en el último tramo del campeonato donde el equipo fue como un cohete rumbo a Primera División.

Por el túnel de vestuario también se dejó ver el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y el concejal de deportes, Alberto Bustos, quienes fueron uno más en las celebraciones. Incluso pudimos ver al alcalde bailando en el palco de Zorrilla tras el pitido final con su camiseta ‘talismán’ de Kiko Olivas que le regaló en el vestuario de Vallecas el día que se logró la permanencia hace 3 temporadas. «Siempre hay que creer», así de contento se mostraba Puente en sus redes sociales asegurando que la tensión de los últimos minutos había sido «tan grande» que fueron los «20 minutos más largos que recuerdo, no pasaban nunca, pero al final el sufrimiento tuvo premio».

Pero esto no es todo, esta tarde el Real Valladolid y su afición volverán a celebrar el ascenso a Primera División recuperando una de las señas de identidad de los festejos blanquivioletas, el recorrido en barco por las aguas del río Pisuerga. También habrá autobús descapotable por las calles de Valladolid para culminar la fiesta en la Acera Recoletos a eso de las 20.00 horas junto a la Plaza Zorrilla. Así que toca coger fuerzas de las celebraciones de anoche para volver a disfrutar del ascenso a la máxima categoría del fútbol español a partir de esta tarde.