La provincia de Valladolid, territorio de fortalezas: Castillo de Encinas de Esgueva

La ruta por los castillos vallisoletanos nos trasladan al extremo oriental de la provincia para visitar la fortaleza ubicada en la localidad de Encinas de Esgueva. Concretamente, en el punto de unión con los límites de las provincias de Burgos y Palencia. Esta fortaleza se sitúa en la línea defensiva del río Esgueva y tenía como función proteger la entrada al valle. Se trata de un castillo conocido, aunque quizá no tan destacable como otros monumentos defensivos de la provincia vallisoletana, sin embargo hoy en nuestra sección será el gran protagonista.

Originalmente, el Castillo de Encinas de Esgueva perteneció a la Merindad del Cerrato. Se inició su construcción en el siglo XIV, cuando en el año 1382 Diego López de Zúñiga, I señor de Béjar, compra la villa de Encinas. Será él, señor también de Curiel, donde reposan los restos de otro de sus palacios, quien construya la fortaleza de Encinas. En 1574 Francisco López de Zúñiga, IV duque de Béjar, vende las villas de Encinas y de Canillas de Esgueva a Antonio del Río Aguilar, regidor de Segovia. Ya en el año 1850 estaba habitado y era propiedad del Marqués de Lorca, mientras que alrededor de 1950, su propietario, Cándido Moyano, lo vendió al Ministerio de Agricultura, cuyo Servicio Nacional del Trigo lo empleó como almacén de cereal hasta la década de 1970. En el año 1994, este bello espacio fue cedido al Ayuntamiento de Encinas de Esgueva.

En la actualidad se encuentra totalmente restaurado y vacío por dentro por su función de silo de cereal. El castillo actual tiene recinto interior y barbacana con perfil en talud con un foso que se salvaría con un puente de piedra, todo ello realizado en sillares de buena cantería y casi sin elementos decorativos. La planta de la fortaleza es cuadrada y aunque parece tener cuatro altas torres en las esquinas, en realidad sólo tiene dos. Una de ellas es la del homenaje en la que se abre una ventana geminada, la puerta de acceso es un arco ligeramente apuntado y protegido por un matacán defensivo desde lo alto del lienzo. Del edificio destaca su sobriedad, de sencilla belleza y de aspecto externo bien conservado.

Hoy se utiliza únicamente con fines culturales por los vecinos y el Ayuntamiento de Encinas de Esgueva, instala cada verano exposiciones temporales para el disfrute de sus habitantes. Además, otro de los encantos de la zona donde se sitúa el Castillo de Encinas de Esgueva, ya que a tan solo 2 kilómetros se encuentra el Embalse de Encinas, un lugar ideal para pasar el día en familia y darse un baño durante los meses de la época estival.