Isabel Blanco destaca el «incremento» en acciones de prevención de adicciones que han llegado a 42.000 personas en el último año

Las políticas de la Junta de Castilla y León en materia de adicciones y drogodependencia van de la mano de un hecho clave, como es la coordinación con las administraciones públicas, y sobre todo, con las entidades del Tercer Sector, encargadas de trabajar a pie de calle con las personas que necesitan atención. Es el caso de ACLAD, Atención Integral a Colectivos en Riesgo, entidad con la que el Ejecutivo autonómico trabaja conjuntamente, ha invitado a la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, a conocer las actuaciones en diferentes ámbitos que realiza esta organización en su sede de Valladolid. Ésta ha reconocido la larga y fructífera trayectoria de la entidad en este área y ha manifestado que la Junta es «sensible» a los problemas ocasionados por el consumo de drogas, pero también por las adicciones sin sustancia, asunto en el que Familia está haciendo hincapié.

La Junta mantiene una estrecha relación con ACLAD, con quien comparte filosofía y objetivos, y a través de una colaboración que asciende alrededor del millón de euros, se aborda la problemática derivada de todo tipo de adicciones a través de los servicios que presta la entidad en la Comunidad. Es el caso del servicio de asistencia especializada a personas con trastornos adictivos por uso de sustancias, que se lleva a cabo en su centro de asistencia ambulatoria de Valladolid; los servicios destinados específicamente a menores y jóvenes de entre 12 y 21 años, referencia en la prevención familiar indicada; el servicio de atención de emergencia social para personas con drogodependencias, tiene lugar en la provincia vallisoletana; las acciones de información, orientación, apoyo y seguimiento para este colectivo; y el centro de día para la atención a personas con trastornos por uso de sustancias se lleva a cabo en Valladolid. Asimismo, la consejera ha aprovechado el Día Mundial sin Tabaco para hacer un llamamiento acerca de sus consecuencias nocivas.

Según los datos de la Encuesta Estudes 2022-2023, la edad media de inicio de consumo de alcohol y tabaco es de 14 años, consumo de cannabis y juego con apuestas a los 15 años. Esta encuesta también refleja como el uso de cigarrillos electrónicos ha aumentado significativamente ya que en la actualidad, el 19,6% de los jóvenes de entre 14 y 18 años los consume. El futuro VIII Plan Autonómico de Adicciones 2024-2030 recoge los retos más actuales a los que se enfrenta la sociedad castellana y leonesa, especialmente los más jóvenes, los relacionados con las adicciones a las nuevas tecnologías, las pantallas, los videojuegos o el juego patológico. En ese contexto, se ha lanzado el proyecto ‘Pausa y Reconecta’, dirigido a jóvenes de hasta 30 años, mediante la cual, cuatro generadores de contenido en redes sociales quieren hacer ver al colectivo joven que no es incompatible el uso racional de nuevas tecnologías con modelos de vida saludables.

Una labor de concienciación que se complementa con un servicio de atención telefónica para el asesoramiento y la orientación tanto de los jóvenes como de sus familias. En lo que respecta a las políticas globales en drogodependencia y adicciones de la Junta, el objetivo es seguir consolidando una eficaz red de asistencia diversificada, profesionalizada, accesible y sin lista de espera, el ingreso en centros se sitúa en 12 días. Actualmente cuenta con más de 400 profesionales y se destina un presupuesto de 12,6 millones de euros. Esta estructura ha permitido atender durante 2023 a más de 57.000 personas con problemas de adicción con 4.000 en programas de información, orientación y asesoramiento, 42.000 en prevención y 11.000 personas fueron atendidas por los servicios de asistencia a personas drogodependientes.

Además, esta red tiene una vocación integradora, ya que no sólo abarca las partes informativa, preventiva o asistencial, sino también de reinserción de estas personas en la sociedad. Por ello, también se ha venido apostando por la formación profesional para que los afectados no sólo se recuperen de la adicción, sino que puedan encontrar un empleo. Y yendo más allá, no sólo trabaja con las personas con algún tipo de dependencia, sino que trata de concienciar a la sociedad sobre los riesgos que implica el consumo de alcohol, tabaco u otras drogas o los juegos con dinero. Concretamente, en cuanto al tabaquismo, se vienen impulsando programas de prevención escolar, extraescolar y familiar.