InoBat dice sí a Valladolid: la megafactoría de baterías para coches eléctricos se implantará en la ciudad

Lo adelantaba a principios de esta semana el alcalde de Valladolid que se avecinaban «horas y días decisivos» para conocer los planes acerca de la llegada de Switch Mobility e InoBat a la ciudad vallisoletana, y una ya se ha confirmado a primera hora de este miércoles 13 de diciembre. Jesús Julio Carnero se reunió a última hora del día de ayer, en el Ayuntamiento, con el presidente de InoBat, Andy Palmer, acompañado de Eva Driessen y Eleuterio Gordaliza, para perfilar de manera definitiva el proyecto con el sí de la factoría eslovaca. Por parte del Gobierno Municipal de Valladolid estuvieron presentes el concejal de Urbanismo y Vivienda, Ignacio Zarandona, y el nuevo gerente de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico, Fernando Rubio.

Durante el encuentro, Palmer manifestó que «Valladolid es un lugar idóneo para invertir en un proyecto de estas características y estamos deseando formar parte de la familia de Valladolid». Además, confirmaba al alcalde el compromiso inicial de la empresa eslovaca de que la megafactoría se instalará en Valladolid en un futuro. En este sentido, se presentarán al Perte VEC III sobre Innovación para reforzar su proyecto. Asimismo, Palmer también explicó que la megafactoría de baterías de 32 gigavatios se desarrollará en varias fases. En una primera fase, que se organizará en 2024, llegará a los 8 gigavatios y todo ello redundará en que pueda generar entre 300 y 500 puestos de trabajo directos en Valladolid, para dar servicio principalmente al mercado de Europa Occidental. Por su parte, el regidor vallisoletano, Jesús Julio Carnero, señaló que esta reunión supone «un avance importante» para la llegada de Inobat a Valladolid, «una ciudad comprometida con la automoción, y que en este momento apuesta por la movilidad eléctrica como elemento de desarrollo industrial en el futuro».

No hay que olvidar que Valladolid acaba de recibir recientemente el ‘Sello Misión’ que concede la Comisión Europea, un hito que abre puertas a la financiación público-privada, y de ahí que este proyecto encaja «perfectamente» en la filosofía de las características de la ciudad, y que supone una «gran oportunidad» para el territorio por su impacto en el bienestar de las personas, la sostenibilidad, la atracción de inversiones, el impulso de iniciativas económicas neutras en carbono, la generación de puestos de trabajo y el impulso a la investigación e innovación. Ese reconocimiento abrirá las puertas a nuevos fondos y vías de financiación en condiciones favorables para conseguir el objetivo de cero emisiones en 2030, y además, atraerá inversión privada.