La Semana Santa de Peñafiel tiene un momento único y lo tendrá siempre, la Bajada del Ángel. Una tradición que se remonta por lo menos hasta la Edad Media, aunque los documentos cifran el origen de este evento religioso y cultural, uno de los más arraigados de nuestra provincia, en el siglo XVIII. Los vecinos de Peñafiel esperaban con ganas y emoción el que para muchos es el gran momento del año en el municipio y la ocasión lo merece en pleno Domingo de Resurrección y con una niña, Julia Soria, de 8 años, que fue la gran encargada de bajar desde el cielo para dar la esperanzadora noticia a la Virgen y a cientos de personas de que Jesús había resucitado. La Plaza del Coso, engalanada para la cita, con el impresionante castillo al fondo en lo alto de las montañas dejó momentos únicos e imborrables para todo aquel que este domingo 31 de marzo fue partícipe de la Bajada del Ángel.
El temor de que el mal tiempo empañara el tradicional acto peñafielense cada vez era mayor aunque según se acercaba el mediodía eran muchos los vecinos que confiaban que el sol se abriera paso entre las nubes, al igual que lo hizo de manera simbólica Julia en la Plaza del Coso. Jamás se ha suspendido la Bajada del Ángel, aunque lloviera o nevara, pero finalmente, la lluvia amainó para permitir celebrar este día marcado a rojo en Peñafiel. Tras el anuncio de la Resurrección de Jesús, la procesión emprendió camino hacia la Iglesia de San Miguel donde tuvo lugar el encuentro de la Virgen con el Santísimo, dejando otro momento lleno de fervor y entusiasmo entre los fieles. La Bajada de Peñafiel ha cerrado en Peñafiel una Semana Santa llena de Pasión, y a pesar de que la climatología remaba en contra, un año más la localidad vallisoletana ha conmemorado la Resurrección de Jesús con su Fiesta de Interés Turístico Nacional, como te mostramos en este reportaje fotográfico.