La pequeña Julia tenía una misión muy importante este Domingo de Resurrección en Peñafiel. Una tierna y sonriente niña era la protagonista del día más destacado tanto de la Semana Santa como de todo el año en la localidad vallisoletana. Era ni más ni menos que la encargada de dar la esperanzadora noticia de la Resurrección de Jesús a la Virgen, en un emotivo acto en la emblemática Plaza del Coso de Peñafiel. A pesar de las adversidades, con la climatología en contra, la lluvia ha permitido realizar la escenificación de la tradicional Bajada del Ángel, que año tras año, sigue impresionando a los propios peñafielenses y a todos los visitantes. El centro de Peñafiel estaba engalanado para la ocasión y la bella Plaza del Coso, con el imponente castillo de fondo era el mejor escenario para recrear el gran momento, en el que un precioso ángel caído desde el cielo baja hasta la localidad vallisoletana para quitar el velo negro a la Virgen, y anunciar así la Resurrección de Jesús después de la dolorosa muerte que todos hemos vivido en los días de Pasión de la Semana Santa.
Es un día de alegría, emoción y aleluya en el municipio de Peñafiel. Los vecinos y visitantes llegados desde distintos puntos de la provincia de Valladolid, Castilla y León y otras comunidades estaban esperando con ganas el culmen de la Semana Santa, y uno de los lugares donde más sentimiento se pone a la Resurrección de Cristo es en Peñafiel. Su Bajada del Ángel, Fiesta de Interés Turístico Nacional, otorga desde 2011 a la villa un reconocimiento muy reseñable a una tradición que está más viva que nunca. A las 12.30 horas, con puntualidad y con el cielo algo más despejado, la procesión salió de la Iglesia de Santa María de Mediavilla, en Plaza España, y sede del Museo de Arte Sacro de Peñafiel, con una imagen de Nuestra Señora de la Asunción enlutada. La procesión se dirigió bajo toques musicales con la Banda Municipal al Coso donde se colocó a la Virgen en el centro de la emblemática plaza entre dos torreones preparados para el acto. Las miradas de todos los allí presentes se dirigían al cielo, donde justo encima de la imagen de la Virgen comenzó a desplazarse con un sistema de poleas un globo simulando una nube blanca abriéndose paso por el cielo de Peñafiel.
Lentamente, la nube se abrió y de su interior salió el esperado ángel soltando dos palomas blancas, y poco a poco comenzó su bajada hasta llegar a la Virgen quitándole el luto a Nuestra Señora diciéndole que su Hijo había resucitado. Un sonoro aplauso inundó la localidad de Peñafiel ofreciendo un emotivo reconocimiento al momento de la Resurrección y un merecido agradecimiento al ángel de carne y hueso, que ha cumplido su misión y todas las expectativas, siendo solamente una pequeña peñafielense de 8 años. Muchos son los niños y las familias de Peñafiel que sueñan con ser los elegidos para la Bajada del Ángel. Es un encargo y una experiencia única, que todos los peñafielenses que han sido ángeles en este día tan especial lo recuerdan con cariño y orgullo de pertenencia durante toda su vida. Este año, la gran protagonista ha sido Julia Soria, de 8 años, perteneciente a la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Peñafiel, que con su contagiosa alegría ha traído la esperanza a la localidad de la Ribera de Duero con la Resurrección de Jesús.
«La Bajada del Ángel es uno de los actos y días más importantes del año. El Domingo de Resurrección para los vecinos de Peñafiel es muy señalado«, reconoce la presidenta de la Junta de Cofradías de Peñafiel, Marisol Herrero, quien también ensalza en una entrevista a este periódico que la Bajada del Ángel es «algo muy singular y muy curioso de ver con un acto que procede del siglo XVIII, aunque pudo tener su origen en la Edad Media». «A la gente que viene por primera vez a Peñafiel ver un acto de estas características y de esta forma de representarlo le llama bastante la atención«, ha señalado Herrero. Con una Plaza del Coso abarrotada a pesar de la amenaza de lluvia, el Domingo de Resurrección y la procesión seguía su curso con el rostro de la Virgen descubierto, y se dirigió hacia la Iglesia de San Miguel donde previamente a la Misa de Resurrección, la Madre se encontró con su Hijo. Las inmediaciones de San Miguel concentraba a cientos de personas que no se querían perder otro de los momentos más emblemáticos y emotivos de la Semana Santa, y en especial de la de Peñafiel, con el encuentro de la Virgen y Jesús Resucitado.
La imagen de Nuestra Señora de la Asunción, una escultura creada exclusivamente para procesionar el Domingo de Resurrección, llegaba portada a hombros por los fieles peñafielenses al encuentro con su Hijo realizando en ese instante lo que se conoce como la rodillada entre la Virgen y el Santísimo. «Un momento en el que en Peñafiel se hace de una manera muy especial, tradicional y con mucho cuidado. Todos los vecinos y más aún los portadores de la Virgen ensalzan este bonito acto por el sentimiento que se transmite en un encuentro entre una madre y un hijo«, nos cuenta la presidenta de la Junta de Semana Santa. Así, concluía el Domingo de Resurrección, y con él la Semana Santa. Una vez más, la Bajada del Ángel ha cumplido las expectativas congregando a miles de personas en un marco incomparable en pleno corazón de Peñafiel y donde se respiraba un ambiente festivo y de celebración. Además, este día tan importante ha contado con la presencia de todas las cofradías de Peñafiel y autoridades representadas por el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, el alcalde de Peñafiel, Roberto Díez, y la concejala de Turismo de Peñafiel y diputada provincial, Yolanda Burgoa.
La localidad de Peñafiel demuestra cada año su sentimiento y orgullo hacia la Bajada del Ángel que consiguió hace 13 años su declaración de Interés Turístico Nacional, y que ya en el municipio han comenzado a pensar en su reconocimiento internacional. Curiosamente, este año la Semana Santa de Peñafiel estrenaba su distinción de Interés Turístico Regional, lo que les aporta mayor fuerza desde la Junta de Cofradías y el Ayuntamiento de Peñafiel para trabajar en la solicitud internacional para su Bajada del Ángel. Ahora sí, Peñafiel se despide de lo que ha sido una Semana Santa complicada, en cuanto a la meteorología se refiere, pero que aún así ha dejado momentos impresionantes en sus calles con algunas procesiones, la propia Bajada del Ángel, así como los actos religiosos que se han llevado a cabo en el interior de los templos por parte de los cofrades de las distintas hermandades peñafielenses.
