Valladolid ha vivido multitudinario acto militar en el corazón de la ciudad para celebrar el 375 aniversario del Regimiento de Caballería de Farnesio número 12, el más antiguo de la Caballería Española. Su Majestad el rey Felipe VI ha presidido el desfile en el Paseo Central de Campo Grande de Valladolid con la presencia también de la ministra de Defensa, Margarita Robles, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde de la ciudad de Valladolid, Jesús Julio Carnero, entre otras autoridades. El acto realizado ante cientos de personas ha consistido en una breve reseña histórica del Regimiento, un homenaje a los que dieron su vida por España y un bonito desfile con tanques, vehículos militares y los jinetes de la Guardia Real.
Valladolid ha vivido en la mañana de este jueves 7 de marzo un día histórico con el centro totalmente blindado, para ser testigo de una jornada de reconocimiento por los 375 años de historia del regimiento ubicado en la Base El Empecinado de Santovenia de Pisuerga. Dicho Regimiento está estrechamente ligado a la provincia de Valladolid desde el año 1896, fecha en que se traslada desde Palencia al cuartel de La Merced vallisoletano, para ocupar seis años más tarde el antiguo acuartelamiento Conde Ansúrez, que fue inaugurado por Alfonso XIII. El Regimiento de Caballería Farnesio número 12, encuadrado desde el 15 de noviembre de 2016 en la Brigada Galicia VII, fue fundado el 7 de marzo de 1649, fecha en que vio la luz el Tercio de Hessen-Homburg, embrión del actual Regimiento, lo que le otorga el título de ser el Regimiento más antiguo de la Caballería Española y uno de los más antiguos del mundo.
La organización de la que está dotado el Regimiento de Caballería Farnesio 12 le permite estar dispuesto a cumplir cualquier misión que le sea encomendada por el mando, dada su gran flexibilidad y versatilidad. El cometido del Regimiento consiste en proporcionar a la Brigada Galicia VII, los agrupamientos tácticos responsables de obtener y confirmar, de forma activa, las necesidades de información sobre el enemigo y el terreno, manteniendo el contacto. Como unidad de Caballería es una unidad idónea para el reconocimiento, la seguridad y el contacto. Sus características principales son la velocidad, aptitud del conjunto de sus fuerzas para desplazarse y combatir en tiempos relativamente cortos; la capacidad para moverse, con velocidad precisa, para llegar en el momento oportuno al lugar conveniente para cumplir la misión.
También destaca la flexibilidad para modificar las disposiciones adoptadas y adaptarse a los cambios de situación y misión, sin perder su capacidad de combate; así como la fluidez a la hora de articularse, desplegar y reagruparse, adaptándose a las circunstancias. El Regimiento de Caballería Farnesio número 12 participa en las misiones internacionales en las que España participa bajo la bandera de la ONU como cascos azules o bien encuadrada en la estructura de la OTAN. Además de participar con sus escuadrones en las diferentes misiones, también aporta personal especializado a otros lugares del mundo. El Rey Felipe VI llegaba al Paseo Central de Campo Grande, pasadas las 11.00 horas, saludando a todos los presentes entre el público, autoridades, mandos y los integrantes del Regimiento de Caballería Farnesio número 12, los grandes protagonistas del día.
Mientras se presenciaba la entrada de Su Majestad comenzaba sonar el himno nacional en el centro de la capital vallisoletana, entre gritos de «Viva el Rey». Posteriormente, tras un breve saludo oficial, el acto era inaugurado por Jesús Julio Carnero, alcalde de Valladolid, con la entrega al Regimiento de Caballería de un recuerdo conmemorativo, una estatua del Conde Ansúrez, y una réplica de la carta de Felipe II donde se concedió el título de ciudad a Valladolid en el año 1956. Seguidamente, el acto oficial continuaba con la intervención del coronel jefe del regimiento, Pedro Pascual San José, en la que destacó el «vínculo especial» que tiene el Regimiento de Caballería Farnesio con la corona. Pascual también resaltaba la labor de los soldados, que hoy hacen una excepción con sus mejores galas.
Una vez finalizado su discurso con un contundente «¡Viva España!» comenzaba el homenaje a los militares fallecidos, sonando el himno de Caballería mientras se pronunciaba el mensaje de oración por los caídos. Instantes después se iniciaba el esperado desfile militar ante la mirada del rey Felipe VI y la de cientos de vallisoletanos que no quisieron perderse este histórico momento que partió desde la Plaza Colón con la presencia de las tropas del Regimiento, vehículos militares, tanques, la banda de música y los jinetes de la Guardia Real. Todo ello desfilando por el Paseo Central del Campo Grande, siendo testigo la preciosa Acera Recoletos hasta la emblemática Academia de Caballería de Valladolid, donde ha concluido la ceremonia a puerta cerrada.
