El Pucela Basket se descompone ante el Alicante en pleno bache de resultados

El Real Valladolid Baloncesto cayó ante un superior HLA Alicante y sufrió su segunda derrota consecutiva tras un día absolutamente aciago en el tiro. Los de Paco García, siempre a remolque de los valencianos, estuvieron negados en todo momento, y aunque no se rindieron, no compitieron por la victoria ni estuvieron cerca de dar la vuelta al partido. El regreso de Herve Kabasele después de su grave lesión y la respuesta en el último cuarto para salvar el basketaverage de la ida, únicas notas positivas en una noche para olvidar en Pisuerga. El RVB no salió mal al encuentro ni se dejó sorprender en las primeras posesiones, pero evidenció de nuevo su mal momento. Juan García-Abril abrió la lata con los primeros cuatro puntos del Pucela en un inicio en el que Alicante mostró bien sus credenciales.

Davison, con seis puntos, lideraba la batería exterior de los lucentinos (9-11), que movían bien la bola y presionaban la salida de los locales en un inicio bonito, de ritmo y entretenido. Sin Jaime Fernández ni Lotanna Nwgobo, el Real Valladolid Baloncesto creció ante la adversidad con un gigantesco Lucas N’Guessan que dominó la pintura en el primer periodo. Los 8 puntos del neerlandés mantuvieron a tiro a los vallisoletanos, quienes sufrían para frenar la ofensiva alicantina con el 15-18. La nota positiva la puso un soberbio Herve Kabasele, que regresaba al parqué más de 11 después de una grave lesión en la rodilla, sumándose a la causa, debutando esta temporada, volviendo a la competición y anotando en la recta final de un primer periodo que terminó con ventaja visitante.

No contento con eso, el interior congoleño demostró estar muy fino y anotó tres canastas consecutivas para evitar el estirón de un Alicante cada vez más certero y con pólvora (25-31). Lo paró Paco García con un tiempo muerto y trató y mover ficha, dándole la dirección a Puidet para evitar que Alicante abriese brecha. Las ardillas sellaron su aro y echaron el cerrojo para remontar parcialmente en la recta final de la primera parte. Aun sufriendo en ataque, sin fluidez y sin poder correr, el notable trabajo atrás permitió reducir diferencias tras sumar cuatro puntos cruciales en los últimos 30 segundos del cuarto, llegando al tiempo de asueto a sólo tres puntos. Las ausencias en el juego interior hicieron que se agigantaran Lucas N’Guessan y Herve Kabasele, con diez puntos cada uno al descanso, y gobernando la pintura.

Los de Antonio Pérez Caínzos volvieron a pegar otro estirón con dos triples consecutivos de Gudmundsson. El tercero del islandés abrió brecha hasta los 12 tantos, y el RVB no veía la manera de frenar la sangría en el perímetro. Eso, sumado a las pérdidas y a la falta de acierto, complicaba la empresa en demasía. Con rentas cercanas a los 13 puntos, Alicante cerró el tercer periodo con la máxima renta a su favor, 15 puntos y después de doblar en el acto a los pucelanos ante un cuadro vallisoletano desquiciado y absolutamente negado de cara al aro. Ni desde la línea de personal, ni desde cerca del aro, ni con triples. No había manera de sumar puntos ante los valencianos, solventes y con un nivel acierto que imposibilitó cualquier atisbo de remontada. El RVB no se rindió y trabajó atrás, pero no estuvo cerca de revertir el guion, aunque consiguió el botín secundario del average.

Era el segundo premio en juego, rescatar el tanteo directo contra el Alicante y esto sí lo logró el Real Valladolid Baloncesto, no sin sufrimiento. Con la victoria decidida en favor de los alicantinos, los castellanos no se descompusieron y lucharon para defender el resultado de la liga y salvar los muebles. Fue el único consuelo junto con la vuelta de Kabasele en una noche aciaga los de Paco García, que cedieron 69-84 y encaran el parón por la Copa Princesa en pleno bache. El próximo domingo 4 de febrero a las 18.00 horas, el Real Valladolid Baloncesto visitará al Guuk Gipuzkoa Basket y ahora afrontará un parón vital para despejar la cabeza y resetear.