El patrimonio que viste las calles de Valladolid: Jorge Guillén y la infancia

Valladolid es cuna de literatura castellana y de grandes escritores. La ciudad tiene en sus rincones varios monumentos y esculturas a autores que, sin duda, sus obras y sus plumas pasaron a la historia. Los vallisoletanos se cruzan a diario con estatuas de reconocidas figuras como Miguel Delibes, Miguel de Cervantes, o Jorge Guillén que fue la voz vallisoletana de la Generación del 27. El poeta vallisoletano tiene su propio homenaje en el céntrico Parque de Poniente y es la mirada junto a la de un niño la que ve el tránsito de coches y transeúntes cada día por el centro de Valladolid desde uno de los lugares más emblemáticos de la capital.

La insignia al poeta pucelano es conocido como el monumento de ‘Jorge Guillén y la Infancia’, obra de Luis Santiago Pardo en 1998, igualmente autor de la escultura a la escritora vallisoletana Rosa Chacel de 1996, que también se encuentra en un rincón muy cercano a la Plaza del Poniente. Así como de la placa de bronce, que en el año 1993 fue colocada en la casa en la que naciera Jorge Guillén en la calle Constitución, entre otros. El escultor vallisoletano Luis Santiago Pardo dio forma al monumento el dedicado a Jorge Guillén, con motivo de la celebración del centenario del poeta, tiene una estructura compleja y está dotado de un componente urbanístico bajo un estilo realista.

El monumento ‘Jorge Guillén y la Infancia’ está compuesto en su conjunto por un estanque ovalado de unos 12 metros de longitud, donde también se encuentran las esculturas de dos niños que juegan lanzando barcos de papel al agua, bajo la mirada y custodia de la figura sedente de Jorge Guillén. Como homenaje al autor, los barcos que navegan por el estanque llevan el nombre de dos de sus obras ‘Cántico’ y ‘Clamor’. El monumento refleja las características del escultor, con las figuras fundidas en bronce y colocadas a pie de calle, sin pedestal, de manera que las esculturas son accesibles y cercanas frente al distanciamiento y la grandilocuencia de los monumentos antiguos. Las figuras del poeta y los niños forma parte del parque de Poniente, que siempre ha estado dedicado a los más pequeños.

Cabe recordar, que la inauguración del monumento fue en septiembre de 1998, pero el conjunto fue retirado por obras en el parque en 2013 y regresó a su lugar de origen en 2016. Precisamente, el 5 de mayo de 2013, un grupo de vallisoletanos dedicaron en la escultura una despedida poética como acto reivindicativo para mostrar su rechazo a la decisión municipal de desmontar el monumento para levantar en el espacio que ocupa una nave con los puestos del vecino Mercado del Val, mientras este era sometido a una reforma integral.

Tras 23 meses de obras, el remodelado Mercado del Val reabría sus puertas en noviembre de 2016, permaneciendo en el Poniente la nave de chapa galvanizada que albergó de forma provisional a los comerciantes entre el 15 de octubre de 2013 y el 28 de noviembre de 2016, aquella nave que había supuesto el desmontaje del monumento al poeta vallisoletano. Finalmente, la nave fue desmontada para ser trasladada y reaprovechada en el Centro de Artesanía (Cearcal) en Barrio de España, regresando el monumento a su lugar de origen en el histórico jardín vallisoletano de Poniente.

Jorge Guillén nació en Valladolid el 18 de enero de 1893 y residió en la capital vallisoletana toda su infancia y su juventud. Durante toda su vida mantiene una cercana vinculación con su ciudad natal con visitas constantes hasta su exilio y se reanudan cuando el poeta regresa a España. Guillén fue criado como el mayor de cinco hermanos en el seno de una familia burguesa de ideas liberales. Estudió entre Madrid y Granada, donde se licenció en Filosofía y Letras, antes de trasladarse a Suiza y ser lector en la Sorbona de París, entre 1917 y 1923. En estos años, Guillén contacta con los círculos culturales parisinos y europeos, viaja por las grandes capitales y conoce a su mujer, Germaine Cahen.

Mientras ocupó la Cátedra de Literatura de la Universidad de Murcia, de 1926 a 1929, funda la revista literaria ‘Verso y Prosa’ y realiza varios lectorados en Oxford con la publicación de la primera edición de ‘Cántico’ en la Revista de Occidente. Su debut literario en 1928 fue muy aplaudido, e incluso Azorín, lo calificó como el inicio de una época en la evolución de la literatura española. En esta época también conoce a varios miembros de la Generación del 27. Entre ellos se encuentra Federico García Lorca, con quien mantuvo una estrecha amistad. De hecho, el poeta granadino ofreció un recital en el Ateneo de Valladolid invitado por Guillén, en el que desveló algunos versos inéditos del ‘Poema del cante jondo’.