El Festival Olmedo Clásico concluye su decimoséptima edición con más de 7.000 espectadores rozando el lleno total

El Festival Olmedo Clásico concluye su decimoséptima edición con más de 7.000 espectadores con una gran aceptación del público tanto en las Jornadas sobre teatro clásico como en las representaciones. Cuatro de los espectáculos exhibidos en la Corrala del Caballero han rozado el lleno total, incluidos los asientos de baja visibilidad, mientras que los seis restantes han superado las tres cuartas partes del aforo. En este sentido, desde el Ayuntamiento destacan el incremento de asistentes en relación con la anterior edición de cerca de un 7%, al igual que ha ocurrido con las Jornadas sobre teatro clásico en el Centro de Artes Escénicas San Pedro donde la ocupación se ha situado entre las 100 y 200 localidades.

La XVII Festival Olmedo Clásico se ha celebrado del 21 al 30 de julio con todas las secciones que han hecho de él un espacio privilegiado de encuentro con los clásicos, con los que compartir la preguntas de siempre, de los que recibir consejos de viejos sabios, y sobre todo, con los que disfrutar, su principal razón de ser. En la Corrala del Palacio del Caballero y en el Centro de Artes Escénicas San Pedro, sus dos espacios escénicos principales, se exhibieron un total de catorce espectáculos, seleccionados por razón de su calidad, pero también buscando la variedad en autores, géneros, compañías y estéticas.

Este año estuvieron presentes Fernando de Rojas con ‘La Celestina’, con Anabel Alonso en el papel de la protagonista; Miguel de Cervantes con ‘La casa de los celos y selvas de Armenia’, a cargo de la compañía Escenate; William Shakespeare, en la recreación de sus textos de ‘Esperando a Will’ por la compañía Egos Petit, o de ‘La cordura loca’ de Lady Macbeth, por la compañía Tribueñe; Luis Vélez de Guevara con la adaptación de ‘El diablo cojuelo’, a cargo de la CNTC y Rhum Compañía; Pedro Calderón de la Barca con ‘Mañanas de abril y mayo’, por la compañía Micomicón; Francisco de Rojas Zorrilla con ‘Abre el ojo’, de Noviembre Teatro; Molière con el montaje a partir se sus obras ‘Vive Molière’, con dramaturgia de Álvaro Tato y dirección de Yayo Cáceres; y los muchos clásicos bien traídos y recitados por Rafael Álvarez El Brujo en ‘El viaje del monstruo fiero’.

El invitado especial de esta edición fue Lope de Vega con hasta cinco de las obras correspondieron al artista genial a quien la Villa le debe su renombre universal. Entre ellas están algunas de las más conocidas, como ‘El castigo sin venganza’, del que este año recitaron sus versos esenciales Arturo Querejeta, Clara Sanchis y Marcial Álvarez, o ‘El perro del hortelano’, a cargo de Vania Producciones, y otras más novedosas, e incluso inéditas, en los escenarios actuales, como ‘El amor enamorado’, de Mic Producciones y 300 Alas Blancas, y ‘El marqués de las Navas’, por Factoría Teatro; también se acercaron teatralmente al hombreque el dramaturgo fue en ‘Lope y sus Doroteas’, de Ignacio Amestoy.

Las 17 Jornadas sobre teatro clásico, que con el título de ‘Lope sin fin’, abordaron la importante presencia del autor en la escena y la investigación más recientes a través de representaciones, recitales y diálogos vivos entre representantes de la diversidad de oficios que se ocupan del clásico, y por supuesto, los espectadores. En las Jornadas se rindió homenaje a Alicia Lázaro, a quien tanto debe la música que ha acompañado a los clásicos durante estos años, y a Teatro Corsario, por sus 40 años. El 17 Curso de análisis e interpretación actoral Fernando Urdiales se impartió con el título de ‘Ama como sor Juana’, a partir de escenas de ‘Los empeños de una casa’, de sor Juana Inés de la Cruz, con clases de interpretación, dicción y música, entre otras disciplinas.