El amarillo como amuleto blanquivioleta en Oviedo: un auténtico golazo de Marcos André en el descuento da la victoria al Pucela

El fútbol son rachas y el Real Valladolid parece que ha cogido la ola de los buenos resultados. El Pucela logró una importantísima victoria ante el Oviedo gracias a un auténtico golazo de Marcos André en el tiempo de descuento. De esta forma, los chicos de Paulo Pezzolano dan rienda suelta a la buena dinámica de las últimas jornadas logrando su segunda victoria consecutiva de la temporada, la primera fuera de Zorrilla en lo que va de año, con el color amarillo como talismán. A pesar de la igualdad durante los 90 minutos, los pucelanos lograron imponerse con la calidad del ‘9’ que volvió a ser suplente, pero salió en la segunda parte desde el banquillo para mostrar su calidad y olfato de gol. De esta forma, Paulo Pezzolano coge aire tras el mal arranque liguero, a pesar de que la afición blanquivioleta no acaba de convencerle los planteamientos rácanos de su entrenador y el temor que presenta cada fin de semana el equipo a perder. Pese a ello, objetivo cumplido y los tres puntos vuelven a Valladolid.

Un final soberbio para culminar una obra de nivel. El golazo de Marcos André en el tiempo de descuento del segundo acto, cuando languidecía el partido en el Carlos Tartiere, rompió un duelo que parecía abocado a las tablas. Empate no por falta de intensidad y perseverancia de sus contendientes, un Real Oviedo y un Real Valladolid que regalaron 45 minutos de alta frecuencia, sino porque ninguno de los lograba acertar con el arco. Hasta que apareció el ariete brasileño y sumó tres magníficos puntos. La segunda parte fue mejor que la primera, pero por el principio hay que empezar el relato de esta séptima jornada en LaLiga Hypermotion. El arranque no fue el deseado, con un equipo carbayón que quiso reivindicarse, que dominó durante 30 minutos al Pucela. Un dominio sin ambages. Los porcentajes de posesión favorecían por mucho a los locales, que también vieron más puerta y tuvieron las más claras. Sin la mordiente necesaria para hacer daño de verdad a la zaga blanquivioleta, pero muy cerca de conseguirlo, especialmente en un disparo de Colombatto de falta directa ante el que John se lució con una magnífica mano.

El rumbo no auguraba felicidad a la afición blanquivioleta. Por eso el director Pezzolano hizo unos ajustes, para adaptarla a su guion. Y la obra cambió. A partir del minuto 30 de la primera mitad se vivió otro partido y el Real Valladolid asumió su rol cambiando las tornas. Y el mal presagio mudó de bando. Un Pucela incisivo logró hacerse con la pelota, empezar a construir, y llegar a la portería rival. Es cierto, aún sin acierto. Pero llegar. La tuvo Monchu, forzado, tras jugada de Iván Sánchez. La acarició Escudero, en una contra liderada por Ivi y que el vallisoletano, cerca del pico del área pequeña, no logró concretar. La quiso Kenedy, ya en descuento, pero su disparo desde la frontal fue atajado por el meta tras una jugada de lucha, recuperación, coraje y calidad. El 0-1 mereció llegar en los primeros minutos de juego tras la reanudación. Kenedy de chilena quiso culminar una recuperación de Meseguer en área rival, Monchu con un disparo marca registrada obligó a Leo Román a una estirada de foto, y el centrocampista de cabeza pudo ser quien consiguiera lo que todos buscaban, pero su remate en el segundo palo fue fuera. Llevábamos cuatro minutos de juego.

Obviamente el Real Oviedo, cambio de entrenador mediante esta semana, no se conformó con ser espectador de la representación. Ahí empezó la lucha de verdad. Cuando los dos contrincantes intercambiaron golpes, pusieron electricidad, y el balón circulaba de área a área siempre con sensación de peligro. Desde el área técnica ambos entrenadores agregaron leña al fuego, Pezzolano con la entrada de Cédric y Marcos André en el minuto 69, antes había entrado Moro, para no dejar ninguna opción sin probar. Una moneda al aire de partido que se resolvió en un tiempo de descuento trepidante. Marcos André fue quien encontró la llave. Una de oro y diamantes, bien escondida en el verde del Carlos Tartiere. Jurić recuperó y el balón quedó en los pies del brasileño, fuera del área, lejos de portería.

El ‘9’ tenía espacio. Y probó. Qué decisión más acertada. Qué bien voló el balón, dirigido a la escuadra. Qué gol más bonito para levantar a los muchos aficionados vallisoletanos en las gradas de Oviedo, y a todos los demás allá donde estuvieran disfrutando de este 0-1. Era el minuto 93, ¿Partido ganado? Quizá otro sí, este no iba a ser tan fácil. Porque el Real Oviedo, con orgullo, quiso al menos rescatar eso que había tenido durante tanto tiempo. Y qué cerca estuvo este encuentro de acabar en esas tablas para las que parecía predispuesto. En el 97′ un balón de Cazorla pasado al segundo palo fue devuelto al centro del área por Colombatto y David Costas, de volea, conectó con el esférico. Fue rápido, indoloro, sin tiempo a procesarlo. Balón a la madera. Ahora sí, los tres puntos de vuelta a Valladolid.

FICHA TÉCNICA:

(0) Real Oviedo: Leo Román; Luengo, Dani Calvo, David Costas, Abel Bretones; Viti (Cazorla, min. 88), Jimmy (Masca, min. 66), Colombatto, Sebas Moyano (Paulino, min. 55); Seoane, Borja.

(1) Real Valladolid: John; Luis Pérez, Boyomo, Torres (Lucas Rosa, min. 77), Escudero (Quintana, min. 77); Jurić; Iván Sánchez, Meseguer (Cédric, min. 69), Monchu; Kenedy (Moro, min. 63), Sylla (Marcos André, min. 69).

Goles: 0-1, Marcos André, min. 93.

Árbitro: González Esteban (C.T. vasco) amonestó con cartulina amarilla a Luengo; y a los pucelanos Marcos André, Iván Sánchez.

Incidencia: partido correspondiente a la jornada 7 disputado en el Carlos Tartiere el domingo 24 de septiembre de 2023 a partir de las 16.15 horas.