El agua de Valladolid, la tercera mejor de España por su calidad y servicio de atención

Es difícil que las personas confíen en la calidad del agua de su ciudad, y la prioricen frente al agua envasada, o hagan un uso responsable de ella si carecen de información básica. Lamentablemente, sucede con frecuencia: la información online sobre el agua de consumo que ofrecen 17 de las 30 capitales de provincia seleccionadas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es insuficiente o deficiente. Un problema que se agrava por la dificultad para encontrarla, porque unas veces es a través de la web del ayuntamiento, otras de la empresa gestora del agua o en ambas.

Valladolid es la tercera ciudad con mejores resultados tan solo por detrás de Sevilla y Zaragoza, entre los 30 municipios analizados, sobre todo en aspectos como la calidad del agua o la forma de contactar para comunicar cualquier incidente. Aunque, según detalla la OCU en su informe, «la información que ofrece aún es bastante mejorable respecto al ciclo del agua y la planificación».

En Castilla y León los peores resultados entre las tres ciudades estudiadas corresponden a Salamanca. Esta ciudad apenas ofrece información sobre precios y tarifas del agua, así como sobre políticas de planificación: faltan datos sobre la eventual renovación de infraestructuras o los planes de inversión, por ejemplo. Además, es complicado encontrar algún tipo de consejo de ahorro o de un uso responsable del agua. León tampoco sale muy bien parada. De hecho, comparte problemas similares a la web del agua de Salamanca: tampoco es fácil encontrar consejos de ahorro o sobre productos que hay que evitar echar al inodoro. Y la información sobre tarifas y precios del agua es claramente insuficiente.

La Organización de Consumidores y Usuarios solicita al Gobierno que el inminente Real Decreto de aguas garantice una información municipal actualizada, completa y accesible sobre el ciclo del agua, su gestión, su calidad, sus tarifas y sus formas de ahorro. Pero también del Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo, que tampoco está diseñada para responder al ciudadano.