Alejandro García Pellitero, concejal de Medio Ambiente: «En Valladolid somos responsables y estamos más concienciados con la gestión de residuos»

Desde hace más de 50 años se celebra cada 5 de junio el Día Mundial del Medio Ambiente, una jornada que pretende concienciar a la población de la necesidad de cuidar nuestro ecosistema para su conservación. La ciudad de Valladolid se vuelca con esta celebración para sensibilidad a la ciudadanía de la importancia de respetar nuestro entorno natural más cercano a través de actividades y campañas. El concejal responsable del Área de Medio Ambiente en Valladolid, Alejandro García Pellitero, ha atendido a este periódico para abordar los asuntos medioambientales más relevantes en la ciudad y destacar algunas de las medidas que se están llevando a cabo para contribuir al buen funcionamiento de los recursos.

El titular de la Concejalía de Medio Ambiente fue uno de los nombres sorpresa en las listas del Partido Popular al Ayuntamiento de Valladolid, después de haber sido presidente del Real Valladolid Baloncesto y de la Agrupación Vallisoletana de Comercio (Avadeco). Alejandro García Pellitero se puso al frente de la Concejalía de Medio Ambiente tras la toma de posesión del nuevo equipo de Gobierno en junio del pasado año en un nuevo reto en la ciudad del Pisuerga. Con él, aprovechando la efeméride del 5 de junio, repasamos los proyectos que están previstos desde su Concejalía para esta legislatura y revisamos las inquietudes de los vallisoletanos con respecto a la calidad del aire o del agua, entre otros asuntos.

Pregunta. Hoy, 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, ¿Cuáles van a ser las principales actividades que se van a desarrollar en Valladolid?

Respuesta. Hay una serie de actividades sobre todo de sensibilización y concienciación. Lo que se trata es que identifiquemos los problemas que hay en el planeta con ese lema de ‘Nuestras tierras, nuestro futuro’. Desde Aquavall programamos acciones en colaboración con la Casa del Río del Museo de la Ciencia, y como el río es uno de los entornos que más nos preocupa, queremos que la gente conozca el hábitat de un río, los problemas que genera la suciedad y la basuraleza, y sobre todo, que puedan hacer una visita guiada por las riberas del río en el entorno del Museo. Esta es una de las principales novedades junto con la ampliación de las visitas teatralizadas a las Arcas Reales y conciertos de jazz. También están las jornadas de puertas abiertas en la depuradora de aguas residuales, que merece la pena verla por las dimensiones, procesos y maquinaria para eliminar la suciedad y restos que llegan en el agua, como las toallitas húmedas que generan muchos problemas en los sistemas de saneamiento de las ciudades.

Además, a lo largo del año hay visitas a la Estación de Tratamiento de Agua Potable, la ETAP de San Isidro y la de Las Eras. La que más gusta visitar es la de San Isidro, que es la más antigua, sobre todo porque tiene una nave que era el antiguo sistema de tratamiento de agua, donde está toda la maquinaria, las bombas, conductos, e incluso, la mesa para mezclar los productos para potabilizar el agua. Está todo como una burbuja en el tiempo y estamos trabajando para ver si podemos ponerlo en valor y que sea una especie de museo del agua. A esto hay que sumarle las actividades que organiza el Consejo de la Juventud y Cruz Roja con una bicicletada, una feria y diferentes talleres, más enfocados a la gente joven que yo siempre opino que la sensibilización para tener un futuro mejor en muchos aspectos hay que empezarla por los más jóvenes, que son los ciudadanos del futuro.

P. En líneas generales, ¿Cómo cuidamos los vallisoletanos el medio ambiente?

R. Yo creo que somos bastantes responsables porque no se detectan vertidos o problemas en lo que respecta al agua. El cuidado que se hace también es bueno, puede haber basura o restos cuando se hacen botellones, pero eso no supone un grave problema para el medio ambiente. Los grandes problemas se dan en la industria, en los vertidos a los cauces de los ríos o escombros. Antes veíamos más acumulación de escombros o uralitas en algunas zonas, pero ahora, la gente va estando más concienciada y va siendo más responsable a la hora de gestionar esos residuos que generan.

P. Como concejal del Área de Medio Ambiente, aprovechando esta efeméride, ¿Qué mensaje trasladaría a los ciudadanos para que cuiden y protejan el entorno natural?

R. Valladolid es la ciudad en la que vivimos y cuando más la cuidemos, más a gusto vamos a estar todos y mejor vamos a vivir. Si cuidamos nuestro entorno vamos a ser más felices, no es un problema que sea difícil de cumplir. Yo creo que entre todos poniendo nuestro granito de arena, empezando por el reciclaje en nuestra casa, separando los diferentes residuos, depositando cada elemento en el contenedor apropiado, son pequeños gestos que van a ayudar a que sea más barata la vida porque generamos menos gastos a las administraciones. Si no tiramos cosas por el desagüe o por el inodoro, también estamos ayudando a que el tratamiento del agua sea más fácil. Animo a la gente a que sea más sensible con nuestro medio ambiente, que lo cuiden en todas sus maneras.

P. Estamos a la puerta del verano, con las temperaturas en aumento, y los vallisoletanos están expectantes por saber si este año la Playa de Las Moreras va a ser apta para el baño, ¿Por qué se ha generado tanto revuelo con los puntos de muestreo? ¿Este año cree que puede ser apto el baño en Moreras?

R. Es una cosa que a mí me ha sorprendido. A finales de 2023, planteé con los técnicos de Aquavall el problema del agua del río, y les pregunté que por qué llevábamos tantos años con esa mala calidad del agua. Acababa de estar en un campeonato de triatlón en la Playa de Las Moreras y una de las pruebas fue nadar en el río, y hablando con el presidente de la Federación me explicó que ellos hacen unas mediciones de la calidad del agua y tienen unos mínimos que si no se cumplen no se podría celebrar esa prueba. Fue cuando consulté y me plantearon que se trataría de la ubicación del punto de toma de muestra del agua. Es un tema que se debía conocer anteriormente en el Ayuntamiento pero no se había dado nunca el paso de cambiar ese punto. Al consultar el Decreto de Regulación de las zonas de baño pone que el punto de muestreo debe ser donde haya más afluencia de bañistas. El punto actual estaba situado en el embarcadero, donde ahí lo primero es que está prohibido bañarse, por lo que veíamos que no era representativo. Al principio lo trasladamos por donde entra el agua a la playa, que aquí ya es un punto donde se baña la gente, pero sin embargo, desde la Junta consideraron que ese punto tampoco era adecuado y se trasladó al centro de la playa.

La medición debe hacerse donde haya al menos un metro de profundidad y a 30 centímetros de la superficie. Entonces, en función del caudal que tenga el río, unas veces será más dentro del cauce y otras veces más afuera. Estamos en un río que tiene fluctuación en la avenida del agua, por eso, dije que se situara entre 3 y 5 metros en el interior del río porque hay que cumplir esa previsión. Este primer paso ya se hizo antes del 20 de marzo que es la fecha límite para que cada año los ayuntamientos definan su zona de baño y pidan esa aptitud de sus aguas. Ahora tienen que empezar esas mediciones que se realizan a finales de mayo y principios de junio para dar la calificación de las zonas de agua de baño. De todos modos, tiene que haber un histórico de mediciones para que desde Sanidad puedan valorar los barómetros y dar la certificación. No hay mucho más que hablar de este tema, a lo mejor aunque cambiemos el punto de muestreo el agua sigue siendo no apta. Lo único es ver y señalar donde se sitúa la mayor afluencia de bañistas y ahí es donde hay que realizar la toma del agua, pero no en un sitio donde hasta está prohibido el baño.

P. Entonces, ¿A día de hoy todavía sigue sin ser apta para el baño?

R. Ahora mismo todavía no es apta porque no hay ese histórico de mediciones y de hecho no sabemos ni si se ha hecho ya alguna medición. Nosotros desde Aquavall sí que se hicieron a finales del año pasado para ver si el agua cambiaba de calidad en las diferentes zonas de la playa y vimos que sí que era apta en aquella época. Pero puede ser que fuera una época donde hubiera más caudal del agua, ahora puede haber menos, entonces todo eso influye en los muestreos. Es posible que podamos conocer que la zona de baño sea apta o no la próxima semana.

Alejandro García Pellitero, junto a la fuente de Jorge Guillén | Valladolid Plural

P. Sin salirnos de Moreras, en campaña electoral anunciaron la creación de una nueva zona de baño, con una piscina fluvial. ¿Cómo avanza este proyecto en cuanto a plazos? ¿Y se ha reunido ya con la Confederación Hidrográfica del Duero sobre el asunto?

R. Todo eso está dentro del programa Viviendo el Río, que es una serie de actuaciones que queremos realizar en el entorno del río Pisuerga, y también alguna en el cauce del Esgueva con las recuperaciones de riberas, sobre todo en la zona de salida hacia Renedo que está sin rehabilitar ni cuidar, pero sí, el proyecto que más llama la atención es la piscina fluvial. Estamos ya trabajando en diferentes opciones de modelos de piscina que vemos que hay, porque puede ser una piscina fija de obra y construida en la zona de la playa, pero puede ser también una piscina flotante. Estamos haciendo las memorias de los diferentes proyectos así como la recuperación de los márgenes del río, otro proyecto como es un mirador desde la pasarela del Museo de la Ciencia o hacer un pequeño auditorio en la zona de La Rosaleda con vistas al río, y cuando las tengamos reunirnos también con la Confederación Hidrográfica del Duero y ver los problemas o no que tiene cada uno de esos proyectos porque al final tienen que estar avalados y con el visto bueno de la Confederación.

P. ¿Podríamos ver en 2025 algunos de estos proyectos en marcha?

R. Sí, yo creo que para el año que viene ya tendremos algún proyecto en marcha, pero no se exactamente cual hasta que tengamos el visto bueno de los mismos.

P. Hablando precisamente por el Día de Medio Ambiente, ¿Cómo se encuentran los niveles de contaminación y calidad del aire en Valladolid a día de hoy?

R. Estamos esperando al informe de calidad del aire que todos los años recibimos los datos definitivos en el mes de mayo por parte del Ministerio, y en cuanto lo tengamos lo presentaremos. La verdad es que no hay variaciones respecto a otros años, la calidad del aire sigue siendo buena o muy buena. Los episodios de contaminación o cuando hay más restricciones son siempre coincidentes con olas de calima de aire del polvo africano que son partículas que afectan más a la respiración. Este año veremos si hay algún incendio desgraciado porque cuando hubo los de Zamora, las cenizas llegaban hasta Valladolid y eso también empeoraba la calidad del aire. Luego están también los episodios de ozono del verano, que es un tipo de alerta que afecta a las personas que tienen dificultades en respiración, pero que ahí no tenemos mucho más que hacer, más que pasen esos golpes de ozono que se regeneran en el exterior de las ciudades y cuando pasan hace que tengamos que anunciar esos episodios de alarma para que la gente esté sobre todo informada si tiene algún tipo de patología.

P. Este fin de semana algunas asociaciones de Valladolid se han manifestado en contra de los proyectos del carril bici del Paseo Isabel la Católica y del Puente del Poniente, que aseguran que van a suponer un incremento del tráfico y una mayor contaminación, ¿Cómo defiende esta situación?

R. El argumento de que estos proyectos van a traer más tráfico no tiene sentido, si yo no necesito ir a un sitio no paso, porque aunque haya cinco carriles no voy a ir. Al final lo que se hace es generar un flujo más fluido, valga la redundancia. Cuando se ha pasado ahora de ese carril exclusivo para autobuses y ya se comparte con el vehículo privado, hemos visto que los atascos que había todos los días han desaparecido. Hemos mejorado el tráfico y no hemos generado más. Cuanto menos dura el recorrido de un vehículo, menos tiempo está parado y menos contamina. Cuando tengamos también los informes de calidad de aire y de los aforadores del número de coches que pasan, vamos a ver cómo se ha comportado el tráfico.

Además, hace poco hemos visto que ha mejorado la velocidad comercial de los autobuses. Si con un carril compartido en un puente se mantiene la velocidad comercial o se mejora un poco, lo que se quiere hacer en Poniente es añadir ese carril exclusivo para el bus, como estaba antes, pero queremos que siga habiendo esos dos para el vehículo privado y no se generen los atascos que había. Asimismo, el carril de Isabel la Católica va a generar menos retenciones en esa vía, como las colas que hay muchas mañanas y tardes de tránsito de vehículos. Es lo mismo, se va a recuperar la fluidez que ahora no hay y trasladar el carril bici al interior del parque, y aunque digan que no es práctico, para mí circular en verano a la sombra es mucho más cómodo que circular por una calzada de asfalto y vas a tener un entorno más agradable para usar la bici, y a la vez estás solucionando un problema de tráfico en una arteria bastante importante de la ciudad, como es el Paseo de Isabel la Católica.

P. En los próximos días termina la encuesta ciudadana de Biodiversidad, y en ella se pregunta qué barrios necesitan más zonas verdes, ¿Tienen previsto a lo largo de la legislatura actuar en alguna zona concreta? ¿Hay alguna zona donde sea más urgente nuevos espacios verdes?

R. Estamos planteando una estrategia de zonas verdes de la ciudad con la Fundación Biodiversidad, que estará terminada sobre el mes de octubre. Lo que queremos hacer es detectar esas carencias de zonas verdes, ver donde podemos aumentar, hacer corredores verdes o caminos de sombra. Esta encuesta que se ha puesto en marcha es para conocer un poco todas las zonas y por eso hemos querido buscar la participación de todos para que puedan hacer esas aportaciones porque quizá detectan problemas que desde la Concejalía no detectamos. Valladolid tiene 230 kilómetros de calles arboladas, pero quedan muchas más sin ningún tipo de vegetación. Poco a poco queremos mejorar las zonas un poco duras por las que cuesta mucho pasar en verano por la falta de sombra. También queremos renaturalizar entornos como el de la VA-20, aprovechando la intervención del Estado, y desde el área de Medio Ambiente se van a instalar unas pantallas vegetales para reducir el ruido hacia afuera y sea más amable pasar por ella.

P. ¿Cómo se está trabajando en Medio Ambiente sobre el mapa del ruido y las Zonas Acústicas Saturadas en Valladolid? ¿Prevén implantar nuevas zonas?

R. Valladolid tiene actualmente delimitada dos zonas ZAS, Coca y San Miguel, y estamos trabajando en la tercera que sería el entorno de Cantarranas y Macías Picavea, que se ha empezado a medir en enero y será el año que viene cuando sabremos si se establece como ZAS o no. Lo único que hacemos es cumplir la Ley del Ruido y detectar las zonas que por acumulación de actividades, en este caso hosteleras, pueda haber un exceso de ruido. Así, durante un año se tienen que realizar mediciones para ver cómo son los niveles de ruido durante el día y la noche. Una vez que se obtiene este resultado, si se declara ZAS, implicaría una reducción en horarios de las terrazas y bares. Aunque el problema está en el comportamiento de los ciudadanos en la calle y las voces y gritos. Hay que buscar un equilibrio entre el derecho al ocio y el derecho al descanso. A día de hoy no podemos celebrar nada porque aunque sí que se han reducido un poco los niveles, no lo suficiente. Estamos buscando otras fórmulas que puedan mejorar los niveles de ruido nocturno, sobre todo en los horarios en los que ha cerrado ya la hostelería porque que no es el principal problema sino más bien el comportamiento de las personas por la calle.

P. Por último, la semana pasada comenzó la obra del colector de Macías Picavea, ¿Una actuación muy necesaria, no? Ya que estamos hablando de una infraestructura con una antigüedad de 120 años.

R. Lo que se va a hacer es una rehabilitación del colector que tiene 120 años de antigüedad. Este tipo de obras no se ven, están bajo tierra y parece que no existen, pero los colectores al final si no hacemos esa limpieza y mantenimiento, el día que hay una avería no es como cuando explota una tubería de agua de saneamiento, sino que sería agua sucia, entonces es igual de necesario o más que las redes de abastecimiento. Lo que se está haciendo para tener un menor impacto en la circulación como en la ciudad y que sea más rápida la obra es lo que hablamos una intervención sin zanja. De esta manera queda como que hubiéramos metido una tubería dentro del colector existente y eso ya es para otros cien años. Una vez que se termine este tramo se continuará con otra por la zona del Mercado del Val que falta también de renovar. La obra de Macías Picavea está prevista para cinco semanas, pero probablemente por ser un punto neurálgico de la ciudad se pueda acortar, como ocurrió en la calle Villabáñez.