El Real Valladolid entona el ‘hasta luego’ y quiere una despedida a la altura de la afición. En el último partido en el Estadio José Zorrilla antes del parón por el Mundial, y prácticamente el último del año 2022 en casa, los blanquivioletas reciben a un rival directo y quieren brindar a su familia una victoria que deje un agradable sabor de boca en el paladar pucelano.
El duelo de este sábado 5 de noviembre, a partir de las 16.15 horas, es además de trascendencia. El visitante será el colista de LaLiga Santander en estos momentos, el Elche, y en el contexto de la lucha por la salvación los tres puntos cobran aún más relevancia. En la mentalidad del cuadro de Pacheta no cabe otra cosa que no sea ganar.
Debido a que los ilicitanos aún no han ganado en el campeonato, y sumen cuatro puntos de los 36 posibles, la peligrosidad de los valencianos es manifiesta por esa necesidad y ese hambre de conseguir la primera. No obstante, llega a Zorrilla el equipo que, actualmente, menos goles ha marcado y más ha encajado, además de ser una de las escuadras que menos dispara, y que más tarjetas ha recibido. Un cara a cara que, lejos de tranquilizar, tiene que servir para mantener en alto la alerta.
Es por eso que Pacheta avisó: «Que todo el mundo venga preparado porque viene un partido complejo». El técnico blanquivioleta, que conoce bien la casa ilicitana ya que pasó por ahí y logró con ellos el ascenso desde 2ªB a Primera, aseguró que sus jugadores están preparados para vencer pero advirtió para que nadie, ni futbolistas ni afición, se relajaran ante un choque complicado y duro. Anuar, Luis Pérez, Malsa y Kenedy serán baja para este partido correspondiente a la jornada 13.
El histórico de enfrentamientos ante los ilicitanos tampoco invita a sestear ya que de ocho antecedentes en la élite solo se ha vencido en tres, a lo largo de las últimas seis décadas. El duelo estará dirigido por el vasco De Burgos Bengoetxea, con Gil Manzano en la sala VOR.
