VÍDEO | Mojados late por el reinado de Carlos y Fernando con el encuentro que marcó la historia de un imperio

Año 1517. Mojados se ha convertido este fin de semana en el corazón del imperio donde nunca se ponía el sol. La localidad vallisoletana ha sido el escenario un año más después de más de 500 años del histórico encuentro los dos hermanos de Habsburgo, Fernando y Carlos, acompañados de su hermana mayor Leonor. La historia narra que Mojados recibió la visita durante dos días del infante Carlos, donde fue reconocido por su hermano Fernando como rey de Castilla. Ambos hermanos, sin saberlo, se reunieron en Mojados para convertirse en dos futuros emperadores germánicos, Carlos V y Fernando I. La villa vallisoletana fue testigo este sábado 1 de julio de su acontecimiento más importante en el pasado con la puesta de largo de una recreación al detalle con la participación de comitivas y grupos de danza de la época.

Miles de vecinos y visitantes ataviados con trajes para la ocasión escenificaron la época renacentista de la provincia de Valladolid. Las calles de Mojados regresaron al siglo XVI como si nada hubiera pasado. La música, los caballos, los infantes… todo estaba preparado para revivir uno de los momentos más gloriosos de la villa y de la historia de España. A los pies de la Iglesia de San Juan de Mojados se recreó la llegada del futuro Carlos V, que por aquel entonces solo tenía 14 años, su hermana Leonor, futura reina de Portugal, junto a toda su comitiva, para la recepción con su hermano Fernando, y la posterior imposición del Toisón de Oro.

El desfile del cortejo real arrancó pasadas las 21.00 horas de este sábado, después de una exhibición de vuelos de aves rapaces que hicieron encarnar el ambiente renacentista en el centro de Mojados. La mirada de pequeños, jóvenes y mayores estaba puesta ya en la llegada de Carlos y Leonor en un bello carruaje de caballos, junto a soldados, nobles castellanos, gente del pueblo, así como la Guardia Real de Arqueros de Corps de Medina del Campo o miembros de Cristóbal de Mondragón. Tras un pasacalles repleto de nobleza y damas, bajo estandartes y la música de tambores y dulzainas, Carlos y Leonor pisaron Mojados ante el aplauso de los allí presentes. Los músicos, soldados y lanzas protegieron el momento para que los hermanos de Habsburgo recibieran la ofrenda de la Villa a base de flores, vino, pan y sal.

Danzas Renacentistas de Mojados | Valladolid Plural

Instantes después tuvo lugar el encuentro entre los dos hermanos Carlos y Fernando, hijos ambos de Juana I de Castilla y Felipe I el Hermoso. «Hoy he venido a vuestro encuentro. Que sepa que ante este infante tiene al primero y al mejor de vuestro súbditos», comenzó Fernando. Las danzas renacentistas de Mojados comenzaron a lucirse de la mano de las damas y acompañantes de la corte, recreados por los jóvenes de la localidad de Mojados, y de nuevo Leonor, Carlos y Fernando entraron en acción, en presencia del futuro Papa Adriano de Utrech y Guillermo de Croix, consejero de Carlos, para la imposición del Toisón de Oro con el que hizo valer su papel de primogénito y sus derechos sucesorios para heredar los reinos que le correspondían y enviarle fuera de Castilla, encargándole el gobierno de otros reinos centroeuropeos.

De nuevo, la música volvió a sonar en Mojados para dar paso a los bailes de ‘El Palenque’ de Laredo con música en directo y otros bailes castellanos, para despedir el desfile real hacia el Ayuntamiento de Mojados. Ante la Casa Consistorial, los arqueros de Corps hicieron pasillo a los infantes y Leonor, mientras los soldados con los estandartes cerraban el momento oficial. La Plaza de Santa María regresó al Renacimiento en un ambiente único y sonoro para lanzar flechas al cielo e inmortalizar el paso del emperador por la humilde Villa de Mojados.

Sin duda, Mojados vivió un privilegio episodio de la historia de un grandioso emperador siendo el corazón de su Imperio. El alcalde de Mojados, Adolfo López, agradeció la colaboración de vecinos, asociaciones, mujeres y músicos que año tras año hacen posible una recreación histórica reconocida y recogida en las Rutas de Carlos V. Asimismo, durante el primer fin de semana de julio, la localidad vallisoletana recupera la esencia y ambiente renacentista con un mercado con más de una docena de puestos, atracciones infantiles, paseos en ponis, exhibición de aves rapaces, espectáculo de fuego o videomappings nocturnos.

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