VÍDEO | Mayorga aviva el fuego para alumbrar la tradición de El Vítor entre pellejos y cánticos

Cada 27 de septiembre, cuando cae la noche, Mayorga se enciende con pellejos ardientes para iluminar el camino de El Vítor. Una tradición única en España, que después de más de tres siglos se mantiene intacta en la provincia de Valladolid. Mayorga alumbra la comarca de Tierra de Campos con las peculiares antorchas, mientras un fuerte olor a pez invade toda la villa anunciando la llegada de la reliquia. Y es que la localidad vallisoletana de Mayorga mantiene la llama de su procesión cívica de El Vítor en una noche impoluta de tradición y devoción. Seis horas de una procesión única envuelta entre los cánticos de los fieles y el fuego entre las calles del municipio.

Solo los mayorganos saben qué se siente cuando sale El Vítor de la Ermita de Santo Toribio, bajo el sonido de las campanas. Momento en el que la hoguera se enciende y arden los primeros pellejos. Es una sensación única, que estremece no solo a los vecinos, sino a cualquier visitante que pise esa noche la localidad terracampina. Es una estampa peculiar y devota que no deja indiferente a nadie. Es El Vítor de Mayorga. Una festividad que además, cumple 20 años, como Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2003, y que con este reconocimiento se destaca la singularidad de su procesión y sus actos como el canto a Santo Toribio en la Plaza de España. Un momento que pone los pelos de punta y que no se puede describir con palabras, hay que vivirlo.

Poco antes de las 22.00 horas, cientos de vecinos se acercaban a la Ermita de Santo Toribio para prender sus pellejos de pez y recibir a la segunda reliquia de Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo, vecino ilustre, y hoy patrón del municipio, que fue canonizado en 1726 por el Papa Benedicto XIII por su labor de evangelización cono arzobispo de Lima. Pero en pleno Siglo XXI, en el año 2003, nada ha cambiado en Mayorga, desde que aquel 27 de septiembre de 1752, los vecinos saliesen a la calle con teas y antorchas para poder iluminar el camino de la comitiva con la reliquia. Esas antorchas fueron improvisadas puesto que eran pellejos de vino en desuso, que se colgaron de varales para iluminar aquella noche oscura del siglo XVIII. Así fue el origen de la procesión de El Vítor, y que un año más se ha vivido este miércoles 27 de septiembre en la localidad de Mayorga.

Parada en una hoguera durante el procesión cívica de El Vítor en Mayorga | Valladolid Plural

Al avance de la procesión comenzaron a sonar los primeros sones, ya uno de los momentos «más especiales» de la noche, tal y como nos cuenta en una entrevista el alcalde de Mayorga, David de la Viuda. Cada mayorgano guarda un secreto en torno a la celebración de El Vítor para honrar a su patrón, pero sin duda el regidor reconoce que todos los mayorganos coinciden en un secreto y ese es «la devoción». «Un sentimiento de devoción que hace que la noche del 27 de septiembre sea para nosotros el fin y el comienzo de un nuevo año», apunta De la Viuda, mientras señala que es «una noche para dar gracias y pedir los mejores deseos para el año que comenzamos». Escasos minutos después del sonido de las campanas de la Ermita, con sus pellejos ardiendo y las primeras gotas de pez cayendo, cientos de mayorganos salieron en desfile por las calles de la villa en dirección a la calle Derecha por la carretera de Sahagún. Cerrando la comitiva se ubicaba El Vítor, arropado por los mayordomos de la congregación que portan las insignias.

Con la música, la gente baila y canta a lo largo de toda la procesión para honrar al conocido Vítor, entre hogueras improvisadas para que el fuego no se apague en toda la noche. Esa reliquia devota de Mayorga se trata de un estandarte formado por una tabla policromada con adornos en tela y florales, concedido por la Universidad de Salamanca al Santo como uno de sus Doctorados. En la cara delantera se puede leer ‘A Santo Toribio Alfonso Mogrovejo arzobispo de Lima Hijo de esta Ilustre Villa de Mayorga’, y en la cara posterior ‘A expensas de Ángel García Fierro 1951’ miembro de la familia a la que se le encargó la custodia. Este tipo de estandarte contienen anagramas que combinan las letras V, I, T, O y R -en el caso de El Vítor de Mayorga V, T, R-.

Y es que El Vítor de Mayorga no entiende de edades. Varios niños y niñas encabezaban la procesión con mini pellejos para acompañar a los adultos en lo que es la noche más emblemática del pueblo. «Es el sentir y la tradición de Mayorga», manifestaba el alcalde, quien confiesa que «todos lo hemos mamado desde pequeños para que siga la tradición y jamás se pierda. Vimos a nuestros abuelos y padres portando los pellejos y vestidos con sombreros protegiéndose de la pez, y hoy somos nosotros. Por ello queremos ver en un futuro a los niños», nos relataba. Seguidamente los participantes se adentraron en la Plaza de España por la calle Cuatro Cantones, y fue entonces, cuando El Vítor se alzó al balcón del Ayuntamiento para presidir un espectáculo de fuegos artificiales, para poner el ideal colofón con el himno a Santo Toribio cantado por los mayorganos. Posteriormente, la procesión continuó por las calles de Mayorga hasta que alrededor de las 04.00 horas de la mañana, las antorchas encararon el último tramo de la calle Santo Toribio para llegar al punto de partida, la Ermita de Santo Toribio.

Ya en ese momento, y con los últimos pellejos con fuego y con un rastro de manchas de pez en las calles del pueblo, los vecinos entonaron la Salve a la Virgen María y el Himno a Santo Toribio como final de la procesión de El Vítor. Mayorga se despide de nuevo de El Vítor, sin duda con una señal de fuego, y ya rezan y comienzan la cuenta atrás de los 365 días que les separa del siguiente. Cabe recordar, que la festividad de El Vítor, se celebra en el marco de las Fiestas patronales de Santo Toribio de Mogrovejo de Mayorga, que este año se han desarrollado con una gran peculiaridad, su doble declaración de Interés Turístico. A la ya mencionada de El Vítor, se suma el recién estrenado reconocimiento regional a los encierros tradicionales, que tuvieron lugar el 26 de septiembre al estilo de la villa mayorgana. Después de la fantástica noche de El Vítor, la fiesta continúa en Mayorga hasta el sábado 30 de septiembre con un amplio programa de actividad para honrar a su patrón con verbenas, actividades infantiles, desfiles de peñas y actos solemnes.

GALERÍA MULTIMEDIA: