VÍDEO | La huella de Teresa de Jesús se mantiene intacta en Medina del Campo con su patrimonio religioso y espiritual

‘Llegamos a Medina del Campo, víspera de Ntra. Sra. de Agosto, a las doce de la noche; apeámonos en el monasterio de Santa Ana, por no hacer ruido, y a pie nos fuimos a la casa. Fue harta misericordia del señor que aquella hora encerraban toros, para correr el otro día, no nos topar alguno. Con el embebimiento que llevábamos, no había acuerdo de nada; más el Señor que siempre la tiene de los que desean su servicio, nos libró, que cierto que allá no se pretendía otra cosa’. Así relataba Teresa de Jesús su llegada a la localidad vallisoletana de Medina del Campo, en pleno Siglo XVI. La Santa dejó huella en todos aquellos lugares donde pisó a través de sus viajes que comenzaron en 1567 y que duraría 20 años recorriendo Ávila, Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes, Segovia, Beas de Segura, Sevilla, Caravaca de la Cruz, Villanueva de la Jara, Palencia, Soria, Granada y Burgos.

Una de sus paradas fue precisamente Valladolid, y dentro de la provincia como localidad de referencia fue la conocida Villa de las Ferias ya que Santa Teresa de Jesús visitó Medina del Campo en varias ocasiones durante el siglo XVI. En 1567, llegó por primera vez para fundar el convento de San José, y posteriormente, visitó la ciudad repetidas veces para realizar labores de reforma en otros conventos de la zona. Durante su estancia en Medina del Campo, Santa Teresa de Jesús tuvo importantes encuentros con otros miembros de la Iglesia y con personalidades políticas de la época.

Santa Teresa eligió Medina del Campo porque en aquel entonces la Villa era la sede de las ferias más importantes de la península, y por tanto era un lugar de riqueza, prosperidad y lleno de posibilidades. Llegaron a la ciudad la noche del 14 de agosto de 1567 para evitar miradas de curiosos, pero se encontraron con las calles llenas de gente por el encierro de toros que se celebraría al día siguiente. Dos meses después de la fundación teresiana en Medina del Campo, tuvo lugar el encuentro entre Santa Teresa y San Juan de la Cruz, por aquel entonces Fray Juan de Santo Matía. En esta reunión entre otros temas, hablaron de la creación de la rama masculina del Carmelo, y tras este encuentro iniciaron la gran reforma carmelitana, bajo los pilares de paciencia, humildad y oración.

El Convento de San José fue el refugio y hogar de Teresa de Jesús acompañada por varias monjas en el que asentó su segunda fundación. Medina del Campo guarda la esencia del monasterio y mantiene vivo el recuerdo de Santa Teresa por los pasillos, celdas y patio del centro eclesiástico. Precisamente, esa memoria actualmente se cuenta y se puede descubrir en la Ruta de Huellas de Teresa de Jesús habilitada en Medina del Campo, con visitas guiadas en el Convento de San José donde se recrean los pasos de la Santa, así como su paso por la localidad. Las hermanas residentes en el Monasterio conservan espacios intactos del que fuera el convento de Teresa de Jesús, con su portal, celdas, patio, pasillos y espacios de culto.

El Ayuntamiento de Medina del Campo arropa y promociona la Ruta de Huellas de Teresa en la villa desde su Concejalía de Turismo. La edil del área turística de Medina, Nadia González, cuenta en una entrevista a Valladolid Plural, los encantos que se aguardan en esta ruta que se realiza en Medina del Campo por el Convento de San José y por otros lugares clave donde Teresa dejó su «huella» y pasó a formar parte de la emblemática historia de la Villa de las Ferias. «La Ruta de Huellas de Teresa se creó en el año 2015 con el objetivo de poner en valor los lugares que Santa Teresa de Jesús visitó durante su vida y obra. Esta iniciativa busca promover el turismo cultural y religioso en España y dar a conocer la figura de Santa Teresa de Jesús y su legado histórico y cultural», explica Nadia González.

Patio del Convento de San José en Medina del Campo | Valladolid Plural

La Ruta de Huellas de Teresa en Medina del Campo incluye varios lugares que son de gran importancia histórica y cultural, como el Convento de San José, fundado por Teresa en 1567, la Iglesia de Santiago, donde Santa Teresa de Jesús escuchó al Padre Baltasar Álvarez. La Ruta sugiere un recorrido desde la Plaza Mayor, con la casa del comerciante Blas de Medina junto a la Colegiata, donde se alojó Santa Teresa de Jesús, Convento de San Juan de la Cruz, Museo de las Ferias, Convento de San José, Capilla de San Juan de La Cruz y la Calle Santa Teresa, actualmente con su nombre sustituyendo anteriormente al de la calle de Santiago, y en ella se encuentra el emblemático Convento.

El Monasterio de San José, actualmente convento de clausura de las Carmelitas Descalzas, abre sus puertas cada sábado para mostrar al mundo su historia y patrimonio. En él, se puede conocer el patio interior, donde actualmente se realizan actividades e incluso un concierto homenaje a las hermanas como antesala de la Semana Santa con la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Atado a la Columna; el portal o locutorio, donde se conocieron Santa Teresa y San Juan de la Cruz; dos celdas de las monjas que llegaron con Teresa en las que actualmente se pueden ver sus camas, enseres, utensilios de higiene y decoración religiosa. Los pasillos y las escaleras se conservan en su estado original, hasta llegar a la celda de Santa Teresa de Jesús, donde se mantiene las pinturas, su banco, su espacio para escribir, bajo una preciosa bóveda y una figura de Teresa en el centro de la habitación. Santa Teresa dormía en la celda más cercana a la puerta del monasterio, para no despertar a nadie cuando tenía que salir de Medina hacia Ávila, o posteriormente, hacia otras fundaciones. Actualmente esa celda es una capilla dedicada a la Santa. Las hermanas de Medina tenían la tradición de ponerle una escoba en las manos el 14 de agosto, para recordar que para poder fundar habían tenido que limpiar y adecuar el espacio, y el 15 al amanecer jugaban a ver quién llegaba primero a quitarle la escoba a Santa Teresa.

Incluso, se conserva a día de hoy, reliquias de la época de Teresa de Jesús, con un museo abierto en el Convento como una colección de firmas de Teresa, sus bordados, libro de oraciones o un escrito con la «cifra de la muerte», que se trata de una revelación que tuvo Santa Teresa de cuando iba a morir. Además, entre las curiosidades y singulares espacios, el Convento mantiene intacto el recuerdo de que la casa estaba en ruinas, destacando por ejemplo una pequeña ventana por la cual Santa Teresa vigilaba por la noche que nadie robara el Santísimo Sacramento.

La Ruta Teresiana se enmarca dentro de una Red de localidades, donde se encuentra Medina del Campo, y desde la cual se ensalza los itinerarios por las distintas fundaciones de Teresa de Jesús. El recorrido de Medina del Campo, tal y como detalla la concejala medinense de Turismo, se puede realizar a pie o en coche, siguiendo los itinerarios marcados en cada ciudad que forma parte de la ruta. Además, también es posible realizar una peregrinación virtual a través de la página web de la Ruta de Huellas de Teresa, donde se pueden visitar los lugares más emblemáticos de la ruta desde cualquier parte del mundo.

La Ruta de Huellas de Teresa ha tenido una gran acogida en Medina del Campo y en otras ciudades españolas que forman parte de ella. Según datos oficiales, en el año 2021, la ruta recibió más de 250.000 visitantes en todo el país, lo que demuestra el gran interés que despierta la figura de Santa Teresa de Jesús y su legado histórico y cultural en España y en todo el mundo.

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