Cuando cae la noche en el Cerro de Altamira de Cabezón de Pisuerga surge el momento más mágico de la Navidad. El Belén Viviente representa el origen del nacimiento de Jesús así como todos los episodios que dan sentido a la celebración de la Navidad. El Belén de Cabezón es, sin duda, el más afamado de la provincia de Valladolid con ni más ni menos que 45 años de historia. La mayor seña de identidad de este Belén Viviente en el corazón de la provincia de Valladolid es su escenario inigualable a las faldas del Cerro de Altamira. La sombra de sus montañas hace que cada representación sea única en esta localidad vallisoletana.
Como si del antiguo pueblo de Nazaret se tratara, Cabezón de Pisuerga evoca el espíritu de la Navidad con una singular muestra de los oficios artesanales. En el poblado de Cabezón no podía faltar la carpintería, las posadas, la escuela, las castañeras, la bodega, así como el refugio y el pesebre donde nació el que sería el hijo de Dios. Todo cuidado al milímetro y al detalle para que después de 45 ediciones, el Belén Viviente de Cabezón sea uno de los mayores reclamos turísticos de la provincia de Valladolid. Miles de personas se acercan cada año al municipio vallisoletano de Cabezón de Pisuerga, a tan solo 14 kilómetros de Valladolid, a respirar la auténtica magia de la Navidad.
El interés que suscita esta cita anual en un escenario inmejorable es cada año mayor. Por ello, en esta edición, el Ayuntamiento de Cabezón y la Asociación Amigos del Belén han decidido limitar el aforo de las representaciones con reserva previa, para que el público pueda disfrutar de cada pase con mayor comodidad y garantizar así el acceso de todos los visitantes y vecinos que se acerquen al Parque Temático hasta las 2.000 personas aproximadamente. Se trata una acción muy sencilla, puesto que todo aquel que quiera conocer este mágico Belén Viviente tiene que reservar su entrada en la página web del Ayuntamiento de Cabezón con antelación o bien si hay disponibilidad en el mismo acceso del Parque Temático.
Y precisamente, este sábado 16 de diciembre se ha inaugurado la 45 edición del Belén Viviente de Cabezón de Pisuerga con la primera representación nocturna, en la que ya acudieron un millar de personas, para empaparse de la belleza de esta teatralización que cuenta con la participación de unos 120 vecinos, entre actores y figurantes. Todavía quedan por delante otras tres representaciones, que serán los días 23 y 30 de diciembre en horario nocturno, a partir de las 19.00 horas, y el 7 de enero a las 13.00 horas. Por tanto, bien podríamos decir que quedan las fechas más especiales puesto que se celebrarán en las vísperas de Nochebuena y Nochevieja así como el día después de Reyes.
El trabajo para mantener y conservar el decorado del reconocido Belén de Cabezón es inmerso. Cada vecino cuida con mimo todos los detalles, arregla los desperfectos que puedan surgir de año en año, y siempre se incorporan nuevas herramientas y adornos. «Es una satisfacción ver que cada vez somos más numerosos y que la gente pregunta cómo y cuando pueden acudir a vernos», explica el presidente de la Asociación Amigos del Belén, Arturo Fernández, en declaraciones a este medio. El Belén Viviente de Cabezón narra en poco más de 50 minutos las nueve escenas principales, desde la anunciación, el pregón del empadronamiento, la llegada de José y María a Belén, el Nacimiento, la Anunciación a los pastores, la adoración de los pastores y de los diferentes habitantes del pueblo, la visita de los Reyes Magos a Herodes, la adoración de Melchor, Gaspar y Baltasar en el portal de Belén hasta la huida a Egipto.
Cada una de las escenas y recreaciones del Belén tiene su propio «valor», asegura Fernández, todo tiene «su momento especial» y es lo que lo hace diferente. «El pueblo de Cabezón está volcado con la representación, aunque hay ocasiones en las que falta alguna persona por otros quehaceres. Lo importante es que nunca hay un oficio libre ni tampoco las figuras importantes«, resalta el organizador. El decorado está instalado en el Parque Temático los 365 días del año, «pero a lo largo del año se van arreglando cosas para que de cara a Navidad esté todo listo», apunta Arturo, quien también destaca que «lo bonito del Belén de Cabezón es que participan niños, jóvenes, adultos y mayores«. El esfuerzo y la implicación es tanta que tienen la suerte de cada año contar con un recién nacido, vecino de Cabezón, para representar al Niño Jesús, El Salvador, tal y como lo anuncian los propios pastores.
Desde Cabezón de Pisuerga invitan a la gente a que acudan a la localidad para descubrir el Belén más realista y mágico que existe, y además conocer su patrimonio natural que le otorga un impresionante distintivo. Su declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional le otorga el reconocimiento más que merecido a toda la historia del Belén Viviente de Cabezón que cada edición atrae a miles y miles de personas procedentes de Valladolid, Castilla y León y otras comunidades cercanas como Asturias, Cantabria o Madrid. Una cita única y de calidad, y por mucho que pasen los años, la magia de Cabezón por Navidad es especial como bien refleja su Belén Viviente.
