VÍDEO | Cuatro bodas y un entierro para recordar la pintoresca vida de Doña Mencía en Tordehumos

Tordehumos se empapa de su historia en los inicios de la Edad Moderna durante los Siglos XV y XVI. La villa vallisoletana ha querido recuperar la pintoresca vida de la señora de Tordehumos, Doña Mencía, de la cual sus cuatro bodas marcaron su vida cuyo final se encuentra precisamente en esta localidad de Tierra de Campos. Alrededor de 40 personas, entre ellas vecinos de Tordehumos y la Asociación Histórica de la Torre del Homenaje de Valladolid, han dado vida a Doña Mencía y sus cuatro maridos, además de todo el séquito que rodeaba a esta mujer que tuvo una vida de felicidad y amargura.

Tordehumos ha estrenado este sábado 13 de agosto una representación teatralizada dedicada a una de sus vecinas más ilustres y que llevaron el nombre de la villa por toda la geografía española a finales del Siglo XV. «Es la primera vez que se hace y al igual que en su momento hicimos la representación de los 825 años de la firma del Tratado, el V centenario de la batalla de los Comuneros, este año decidimos recordar a Doña Mencía. Esperamos conservarla o que por lo menos quede en la memoria de todos los vecinos para que conozcan todo lo que ocurrió en Tordehumos en honor a Doña Mencía», explica el alcalde de Tordehumos, Agapito Bravo, minutos antes de su celebración en declaraciones a Valladolid Plural.

La localidad vallisoletana engalanó y decoró sus calles de telas y banderas medievales para la ocasión y de esta manera volver a la época de Doña Mencía, como si se tratara de una invitación de boda real. Las campanas de Tordehumos daban las 12.00 horas cuando la villa se trasladó al Siglo XV para disfrutar de este nuevo acontecimiento que hoy cobró vida en la localidad. A los pies de la Casa Consistorial de Tordehumos varios vecinos ya comentaban la primera boda de Doña Mencía con Don Pedro, su primer y amado esposo. Minutos después, el cura ofició la ceremonia en la Plaza Mayor ante la atenta mirada de todos allí presentes porque nadie quiso perderse esta unión, aunque sin saberlo no sería la única que presenciaran.

El primer marido de Doña Mencía, se trataba de Don Pedro de Mendoza, hijo del segundo marqués de Santillana, y primo segundo de la propia Mencía. El casamiento se produjo para arreglar asuntos entre las dos casas nobles acerca del señorío de Tordehumos. Poco después, don Pedro falleció y es cuando doña Mencía tiene miedo de perder su hacienda porque durante su niñez la había perdido. Para evitarlo, la protagonista se quiso casar rápido con Bernardino de Quiñones, una familia de León bien situada e hijo del Conde Luna.

Esta segunda ceremonia se trasladó a la Plaza del Rollo de Tordehumos donde los sillones reales acogían a la pareja que duró más bien poco ya que resultó mal este matrimonio desde el principio. Las peleas constantes llevaron a que los novios emprendieran caminos distintos decidiendo romper su unión. Porque, como dice el refrán, no hay dos sin tres, -y en el caso de Mencía sin cuatro-, y de aquí nos vamos hasta el Atrio de San Miguel para seguir gritando en las calles y plazas de Tordehumos «¡Viva a los novios!».

Antes de la tercera boda, las mujeres más cotillas de la villa cuchicheaban a las puertas de la Iglesia de San Miguel el tercer casamiento de su vecina Doña Mencía mientras se burlaban de lo poco que le duraban los maridos. Juan Hurtado de Mendoza, su tercer marido, es hijo del todopoderoso cardenal Pedro González de Mendoza, y a pesar de que en aquella época el tercer hijo de las familias nobles debía ser eclesiástico, en este caso no fue así, e incluso era bastante mujeriego. Juan Hurtado estaba locamente enamorado de Doña Mencía y la envió numerosos poemas para conquistarla, pero tras su boda, este se da cuenta de que no es la mujer de su vida y decide separarse de ella a la vez que pensaba en otra joven, la hija del Condestable de Navarra.

Doña Mencía, harta del amor y de sus desamores, no tenía intención de casarse más, pero aún la quedaba un capítulo amoroso que añadir a su vida, y muy a su pesar, el más tormentoso. La reina Isabel en una maniobra familiar quería atar en corto a los infantes de Granada que se escondían en el reino de Castilla por problemas procedentes desde su tierra. Y precisamente, casi como encargo de la propia reina se tratara, el cuarto marido de Doña Mencía sería Fernando de Granada, ahijado del rey Fernando el Católico, con quien estuvo casado durante más de 10 años. Durante este matrimonio, nuestra protagonista se incorporó a la corte de Isabel como Infanta Doña Mencía, siendo esta la compensación por contraer matrimonio con este.

Aunque, ¡Maldita compensación! El infante Fernando de Granada resultó ser un maltratador y un mujeriego y es tal el hartazgo de la Señora de Tordehumos que es en 1511 cuando pide el divorcio al infante aunque las autoridades les dan largas y dejar correr el tiempo. Poco tiempo después, su cuarto esposo fallece en unas cortes de Burgos, y por tanto, Doña Mencía queda libre y descansa tranquila, y es cuando regresa a Tordehumos, a su castillo. Una vez retirada, decide destinar toda su riqueza a la construcción del convento de clarisas situado en el extramuros de Tordehumos.

Su deseo era morir y ser enterrada en la Iglesia de Santiago, lugar donde descansaba en paz su primer marido Don Pedro, a quien realmente siempre quiso. La representación teatral concluyó en dicho templo donde se escenificó el funeral de Doña Mencía ante los ojos de todos los vecinos que no dudaron en brindar un sonoro aplauso a todos los actores que durante más de una hora recrearon la historia más personal de su Señora por las calles y templos más emblemáticos de Tordehumos.

Pero esto solo ha sido el «primer aperitivo». El alcalde de Tordehumos invita a seguir descubriendo lo que se esconde en el municipio a partir del próximo fin de semana con la celebración del clásico Mercado Artesanal. «Los días 20 y 21 de agosto celebraremos nuestro querido Mercado Artesanal donde todos disfrutarán de esta cita tan esperada que servirá también para que todos aquellos que no hayan podido ver hoy la representación de Doña Mencía, lo puedan hacer durante estos días con dos escenificaciones en un formato más reducido», detalla el regidor quien aprovecha este espacio para invitar a todos los vallisoletanos a que se acerquen la próxima semana a Tordehumos.