Valladolid invoca la igualdad y la tolerancia en el Día contra la Discriminación Racial y Étnica

«Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá no tuviera necesidad de soñarlas». Con esta frase de Martin Luther King ha concluido el alcalde su intervención en el acto institucional que, por séptimo año consecutivo, conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, proclamado por la Asamblea General de Naciones Unidas en el año 1966, en recuerdo de lo ocurrido un 21 de marzo de 1960, cuando la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra las leyes del apartheid.

El acto ha sido presidido por el alcalde, Óscar Puente, junto a la concejala de Servicios Sociales, Rafaela Romero, y la concejala de Convivencia y Mediación Comunitaria, Carmen Jiménez. También han asistido concejales de cuatro grupos municipales de la Corporación Municipal como PSOE, PP, Ciudadanos y VTLP. El Ayuntamiento de Valladolid es «consciente» de la existencia de comportamientos, opiniones y expresiones, que prejuzgan y dañan a las personas que lo padecen. Racismo o discriminación, con estereotipos que buscan de manera consciente o inconsciente humillar al otro, por distintos motivos, como son color de piel, origen, etnia, lengua, religión, orientación sexual u opciones de vida, presumiendo una superioridad moral, que permite actitudes de indiferencia, crítica, cuando no de rechazo abierto.

Óscar Puente ha advertido de la presencia de mensajes de odio en la vida cotidiana ya que «el racismo persigue que la sociedad interiorice una imagen negativa sobre determinado colectivo social. Y esa imagen dañina la construye recurriendo a estereotipos que buscan de manera consciente la humillación del otro sirviéndose de distintos motivos, como son el color de la piel, la ascendencia, el origen nacional o étnico, la religión, la orientación sexual o las opciones de vida. El racista, que presume de superioridad moral, busca que se extiendan actitudes de indiferencia, de rechazo, de animadversión y de desprecio hacia al otro. El racista, en definitiva, busca propagar el odio».

«En otro foro celebrado hace unos días -ha proseguido el alcalde- apuntaba que el odio y su manifestación pública, que es el discurso de odio, está presente en nuestra cotidianeidad de una manera más patente y acusada desde que se han popularizado las redes sociales. Y ello es así, porque la misma tecnología que resulta beneficiosa para favorecer la comunicación y la extensión del conocimiento, permite también, expandir ideas radicales y el discurso de odio; lo que se hace habitualmente amparándose en el anonimato o en perfiles falsos. Es evidente que las redes sociales son el cauce que habitualmente utilizan la homofobia, la xenofobia, el machismo, el antigitanismo la islamofobia, el antisemitismo y otras formas de intolerancia para insultar, humillar, acosar y amenazar, cuando no para incitar a la violencia».

Por eso, frente a las arengas racistas, el Ayuntamiento de Valladolid trabaja para conseguir una sociedad plural y respetuosa. Así lo viene haciendo desde hace años, cuando los flujos migratorios eran todavía escasos y pocas las personas inmigrantes que llegaban a la ciudad. En 1981 eran 481 las personas de nacionalidad extranjera empadronadas en Valladolid, lo que suponía el 0’15% del total de la población de la ciudad. En la actualidad, esa cifra es sensiblemente más elevada, por cuanto son 20.441 los extranjeros empadronados, que representan el 6’8% de la ciudadanía vallisoletana.

Un hito significativo en este camino en pro de la convivencia ciudadana ha sido la creación del Observatorio Municipal de Derechos Humanos, que está encargado de hacer el seguimiento del cumplimiento esos los derechos fundamentales en nuestra ciudad, de dar a conocerlos y de velar para evitar que se produzca discriminación hacia personas o grupos. Por otro lado, es de justicia reconocer que, en la lucha contra el racismo y la discriminación, es esencial la labor que realizan las entidades sociales que día a día se esfuerzan para avanzar hacia una sociedad igualitaria. Fruto de ese anhelo compartido es la colaboración con las entidades que forman parte del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, órgano adscrito al Ministerio de Igualdad, que tiene como fin primordial la promoción del principio de igualdad de trato y no discriminación.

Ese Consejo tiene entre sus competencias la prestación de asistencia a las víctimas de discriminación. Y en cumplimiento de ese mandato se creó el Servicio para la Asistencia y Orientación a Víctimas de Discriminación Racial o Étnica, servicio que en nuestra ciudad ofrecen las entidades ACEEM, Cruz Roja, Fundación CEPAIM, Fundación Secretariado Gitano y la Red Acoge a través de Procomar.

El Ayuntamiento, consciente de la importancia de este reto, ha creado una concejalía delegada de Convivencia y Mediación Comunitaria, que entre otras atribuciones se encarga de la ejecución del Plan de Convivencia Ciudadana Intercultural y del cumplimiento de las recomendaciones del Observatorio Municipal de Derechos Humanos. En consecuencia, se apuesta por una sociedad intercultural, con relaciones de convivencia avanzadas que requieren del compromiso de toda la ciudadanía.

Leire Suárez Ramos, de la Red Acoge, ha sido la encargada de leer el manifiesto en el Consistorio vallisoletano. Durante el acto institucional también ha intervenido Sandra Mecca, de la Asociación de Perú Ésta es mi tierra, mientras que el Día contra la Discriminación Racial y Étnica ha concluido con la actuación musical de Estrella Mendoza, acompañada por Carlos y Óscar Vecino, y un aplauso unánime por la tolerancia y la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad.