Las almejas a la marinera son una de esas recetas clásicas que no pueden faltar en una buena mesa de celebración. Aunque no resulte un plato muy económico, vale la pena su precio por su sabor único. Las almejas son una excelente fuente de proteínas magras, pudiendo ser utilizadas en recetas bajas en calorías y grasas. Además esta receta de almejas a la marinera son un plato que se adapta a cualquier menú. Podríamos decir que es un entrante perfecto tanto para las comidas como para las cenas, al tiempo que es un aperitivo muy rico y diferente. Esta receta de almejas a la marinera puedes prepararla con diferentes variedades de almejas, entre las más famosas se encuentran las de carril gallegas, pero también las hay más económicas, como las chirlas, las japónicas o las rubias, entre otras.
Si sigues nuestros pasos puedes conseguir unas buenísimas almejas a la marinera con las que sorprenderán a tus invitados en el Día del Padre. Este plato lo tendrás listo en menos de media hora, aunque eso sí, ten en cuenta que tienes que dejar antes las almejas en remojo con sal. Los ingredientes que vas a necesitar para una receta de seis personas son un kilo de almejas, dos dientes de ajo, dos cebollas medianas, dos cucharadas de aceite de oliva, 20 gramos de harina de trigo, un vaso de vino blanco, perejil, pimentón, sal y laurel. En primer lugar, antes de preparar el plato hay que limpiar las almejas. Este proceso hay que hacerlo tanto si cocinamos con almejas congeladas como si lo hacemos con almejas crudas.
Un par de horas antes de empezar, pon a remojo las almejas con una cucharada de sal. Así, las almejas soltarán la arena que puedan tener dentro. Cambia el agua dos o tres veces durante ese tiempo. Pasadas las dos horas, lava bien las almejas. Una vez superado ese paso, pon en una cazuela un poco de agua, añade las almejas y una hoja de laurel. Esto se hace para que las almejas se abran. A los pocos minutos retíralas del cazo y apártalas para añadirlas más tarde el sofrito. No tires el agua de la olla, cuélala y resérvala. Para preparar el sofrito, pica el ajo y la cebolla tan pequeños como puedas y échalos en una sartén a fuego bajo junto con dos cucharadas colmadas de aceite de oliva. Deja pochar un poco el ajo y la cebolla, y a continuación añade el perejil picado, una cucharadita de pimentón y un poco de harina, el equivalente a una cucharada colmada, aproximadamente.
Luego, remueve la harina y el resto de ingredientes de la sartén para que se forme como una pasta. Después, añade un vaso de vino blanco y el agua de las almejas que teníamos apartada. Remueve y cocina a fuego lento durante un par de minutos para que se evapore el alcohol del vino. Añade las almejas y tapa la cazuela durante entre dos y cinco minutos, en función del espesor que desees para la salsa, y ya está listo este nuevo plato que te traemos por el Día del Padre.