Un triunfo trascendental para el RVB en un final de locura

El Real Valladolid Baloncesto reina en la locura de partido ante el Guuk Gipuzkoa Basket. Los de Paco García se impusieron en la cancha de un rival directo para sumar la 19ª victoria de la temporada, segunda consecutiva a domicilio y, de nuevo, ante un equipo puntero de la liga. En un encuentro que tuvo muchos ‘partidos’ en uno, los blanquivioleta exhibieron madurez y solidez en el último cuarto para llevarse el triunfo tras un choque en el que cinco jugadores visitantes superaron los 12 puntos.

No obstante, a pesar de los 12 tantos de diferencia al final, el Real Valladolid Baloncesto tuvo que imponerse varias veces hasta que se consumió el tiempo. Y lo hizo también dominando varios registros con dos mitades bien diferencias, una primera más defensiva y una segunda con más anotación, pero siempre con solidez y madurez. Así, los locales, mostrando sus credenciales, anotaron sus primeros puntos desde el triple, como no podía ser de otra manera. Sólidos y solventes, los visitantes forzaron la segunda personal de la amenaza local, Jaworski, quien además fue sancionado con una técnica. Tres faltas y al banquillo el máximo anotador del partido hasta el momento con 8 puntos (13-11). A pesar de los triples y el acierto local, el conjunto del Pisuerga cerró el rebote y terminó el primer cuarto por delante en el marcador (17-18).

Tras diez minutos de tanteo y en el que ningún equipo pudo imponer su ritmo, el Pucela Basket había demostrado que fuera de casa también es capaz de pegarse con los equipos punteros de la liga. Y de qué manera. Los pucelanos, en el Día de Castilla y León, salieron en tromba y Pantzar y Kuiper se estrenaron en el encuentro con sendos triples y un parcial de 0-6 en un minuto (17-24). Lolo Encinas, obligado a pararlo, pidió el primer tiempo muerto de la contienda.

Fue estéril para frenar la tormenta. Kuiper y Pantzar de nuevo, pero en orden inverso, volvieron a golpear desde el perímetro y estiraron el parcial hasta un 0-12 que abría brecha en Donostia con el 17-30. Llovían triples en el Angulas Aguinaga Arena y no eran precisamente del bando local, que colapsó ante el clínic defensivo que estaban ofreciendo los vallisoletanos. Cinco minutos sin recibir un solo punto permitieron al Real Valladolid Baloncesto cerrar su aro y puso en un brete al técnico local, que arriesgó dando entrada de nuevo a Jaworski a pesar de sus tres faltas personales.

La apuesta no le pudo salir mejor al técnico vasco, puesto que cambió la tendencia radicalmente. Gipuzkoa Basket y Valladolid intercambiaron los papeles y ahora fueron los visitantes quienes no encontraban el aro rival. Los donostiarras se repusieron y voltearon el marcador con un parcial de 16-0 para volver a tener la iniciativa (33-32), liderados por Jaworski y Carlson. No obstante, un estirón final con cuatro tantos de Pantzar permitió a los del Pisuerga llegar al descanso con ventaja con un 32-36 tras una primera parte de pocos puntos.

Tras el paso por vestuarios, vascos y castellanos apostaron por otro guion y se sumieron en un auténtico de golpes y triples que aumentó el ritmo del partido en varias marchas. La locura del 6.75 mantuvo las distancias entre ambos conjuntos, aunque, sobre el papel, era un contexto poco favorable a los vallisoletanos. Nada más lejos de la realidad. Las ardillas se desenvolvieron a la perfección y presumieron de puntería para seguir el ritmo anotador de los donostiarras, incluso ampliando su ventaja tras anotar el décimo triple del partido -de 19 intentos-, que otorgaba un +7 a los foráneos el 52-59. El ritmo, frenético y totalmente opuesto al de la primera parte, impulsaba a un RVB cuyo faro estaba siendo Mike Torres, 12 puntos en el tercer periodo

Tal fue la anotación, que, en prácticamente diez minutos de asalto, ambos equipos anotaron casi los mismos puntos que en toda la primera mitad. Así, tras el 30-32 del periodo, ambos conjuntos encararon la recta decisiva con cinco de diferencia (63-68). Pero a las ardillas les quedaba una marcha más al son del base hispano-dominicano. Mike Torres, desatado, siguió a lo suyo, ordenando y ejecutando, para desarbolar la defensa del equipo de Donostia. El ‘3’ blanquivioleta lideró un parcial de 0-9 que obligaba a Lolo Encinas a frenar el vendaval de nuevo (63-77).

Con toda la artillería sobre el campo, Paco García optaba por abrir la cancha con Mazaira y su dupla de bases sobre el parqué, dificultando la defensa zonal por la que apostaban los locales en determinados momentos. Pero, de nuevo, Guuk Gipuzkoa Basket siempre tenía respuesta, siempre se levantaba de la lona ante un RVB incapaz de dar la puntilla. Los vascos se afanaron atrás y frenaron la inercia visitante, tensando la cuerda a falta de cinco minutos (75-79).

Tal fue la igualdad, que los del Angulas Aguinaga Aguinaga Arena llegaron a ponerse a un punto (80-81), momento en el que el Real Valladolid Baloncesto terminó de sentenciar. Resistieron el chaparrón los visitantes, amainó y volvieron a encontrar la lucidez adelante para acabar despegándose. Poco a poco, el Pucela Basket fue tomando distancia y, con dos bases en cancha, dominó el juego por completo hasta sellar un triunfo trascendental con el 82-94 final. La victoria, la número 19 de la temporada, también es la segunda consecutiva a domicilio y permite a los pucelanos seguir soñando con el factor cancha en un hipotético playoff.