Tercera derrota del curso del Real Valladolid Baloncesto. El cuadro de Paco García cayó ante un San Pablo Burgos que se mostró superior de principio a fin y al descanso ya mandaba por 15 puntos. Los visitantes, sin intensidad atrás, trataron de obrar la remontada en la segunda parte, pero los locales fueron mejores en todo momento y no dieron ni una concesión hasta agenciarse el triunfo con justicia. Y es que el encuentro estuvo teñido de azul desde el principio. Longevida San Pablo Burgos, un equipo que lanza más de tres que de dos y tal y como avisó Paco García en la previa, comenzó mostrando sus cartas desde el principio y marcando territorio en el perímetro.
Tres triples en las primeras posesiones pusieron a los de Lolo Encinas por delante ante un Real Valladolid Baloncesto que optaba por buscar los puntos más cerca del aro y liderado por Mike Torres, 12 tantos y 13 de valoración en el primer periodo. Mantuvieron el ritmo ofensivo los vallisoletanos, pero veían como el guion tenía un cierto aroma a lo vivido frente al Leyma Coruña, un tanteo muy alto y problemas para resistir a la batería exterior burgalesa. Se aparecían los fantasmas. Los de Paco García gozaron de una ventaja de cinco puntos tras dos canastas seguidas de Lucas N’Guessan (16-21), castigando en la pintura, pero un estirón final de los locales hizo que estos mandaran al término del primer asalto (29-25), el cual concluyó con un doloroso triple sobre la bocina de Speight.
Ni un tiempo muerto de Paco García ni un cambio completo de quinteto frenaron a un Longevida San Pablo Burgos desatado y abriendo brecha (34-25). Por si fuera poco, los visitantes, con tres faltas y siete minutos por disputar, se estaban cargando de personales. Lucas N’Guessan puso fin a cuatro minutos sin anotar y cortó el parcial en contra (34-27), aunque los de Lolo Encinas mantuvieron la ventaja. Si bien cayó el acierto y el ritmo del partido, las ardillas, erráticas y castigadas por las pérdidas, no fueron capaces de voltear el resultado ni de acercarse al equipo cidiano. Muy serios y acertados, los burgaleses hicieron caja con el bonus blanquivioleta y alcanzaron el descanso con una ventaja importante con el 47-32 y otra vez con un triple para cerrar el acto.
No le salía nada a un Pucela Basket atascado y negado, y para más inri no cambió en demasía la película tras el paso por vestuarios. Los pupilos de Lolo Encinas volvieron como lo dejaron, anotando de tres, e impidieron cada intento de remontada. Aunque la buena labor bajo el aro de los blanquivioleta hizo que los burgaleses entraran en bonus muy pronto, ni siquiera los tiros libres dieron puntos para recuperar terreno. De nuevo, muy erráticos también desde la línea de personal. En el enésimo arranque de orgullo y de capitanía, Sergio de la Fuente trató de tirar del carro y mantener con opciones a los suyos, pero la brillantez ofensiva local impidió cualquier atisbo de reacción (57-39). La diferencia rondó los 15 puntos en todo momento y Longevida San Pablo Burgos, que encontró en el triple siempre la réplica necesaria para cortar las alas del RVB, llegó a los últimos diez minutos con un botín muy difícil de salvar con el 70-50.
La remontada, que debía ser épica para revertir el guion con tan poco tiempo, no llegó ni estuvo cerca. Superados, sin opciones, los vallisoletanos claudicaron y terminaron sucumbiendo con justicia ante el poderío ofensivo burgalés con el resultado final de 94-69. El sábado a las 17.00 horas, el Real Valladolid Baloncesto recibirá al Real Betis Baloncesto en el Polideportivo Pisuerga y buscará la tercera victoria de la temporada.