Un imprescindible para este otoño: albóndigas de pollo con crema de calabaza

Ya en breves comienza el otoño y ya nos va apeteciendo cada vez más un rico plato caliente, después de la época estival. Ya sea a pequeños o mayores, las albóndigas es una receta que nunca falla, y hoy te traemos una alternativa imprescindible para esta época. La crema de calabaza da ese toque dulce que harán aún más sabrosas las albóndigas, en esta ocasión, hemos optado por las de pollo. Se trata de una combinación de sabores que quedará deliciosa como una opción de comida sana.

Lo más novedoso de la receta es la crema de calabaza, pero se trata de un básico que bien lo puedes combinar con diferentes recetas o incluso sola como primer plato. La calabaza es una verdura de temporada otoñal que no puede faltar en tu cesta de la compra en los próximos meses, y los niños querrán probarla en todas sus variedades, aunque solo sea por su llamativo color naranja.

Ingredientes

Para las albóndigas

Un kilo de carne picada de pollo
2 huevos
Un par de dientes de ajo
Pan rallado
Una cebolla
Sal
Harina

Para la crema de calabaza

450 gramos de calabaza
Un puerro
2 patatas medianas
2 zanahorias
Un envase de nata para cocinar
Sal
Aceite

Elaboración

En primer lugar se trata de una receta sencilla para el día a día, y aunque muchos pasos los conocerás a continuación te detallamos la preparación de las albóndigas. Mezclamos el pollo en un bol con todos los ingredientes y comenzamos a hacer las bolitas con un tamaño mediano, para que nos quede más suaves, las pasamos por harina para que queden bien selladas. Dejamos reposar unos minutos. Comenzamos a preparar la crema o salsa de calabaza, poniendo en un cazo a calentar un litro de agua, cogemos el trozo de calabaza, lo partimos a la mitad, pelamos ambas partes y cortamos en dados.

Hacemos lo mismo con las dos zanahorias, el puerro y las patatas. Las zanahorias las partimos en rodajas y trocemos el puerto, aunque guardamos un trozo del puerro para después. Las patatas se pelan y se cortan igual. Una vez que tenemos el agua del cazo bien caliente, agregamos las verduras con un poco de sal y un chorro de aceite de oliva. Dejamos cocer una media hora a fuego medio. Después de la cocción, lo añadimos en un vaso o recipiente de cristal para pasar la batidora hasta conseguir una crema finita y uniforme. Ahora echamos la nata y volvemos a mezclar bien.

Recuperamos las albóndigas y las freímos un poco en la sartén a fuego medio. Posteriormente, las agregamos en una cazuela con la salsa de calabaza y las dejamos a fuego lento durante unos minutos para que se impregnen del sabor. Ahora ya solo queda servir y disfrutar de este peculiar y tradicional plato.