El 2023 no ha empezado de la mejor manera para el Real Valladolid. La eliminación copera ante el Alavés y la derrota en el último suspiro en Mallorca está generando momentos de duda en torno al equipo que encadena una mala racha de resultados si tenemos en cuenta los últimos encuentros ligueros ante Athletic de Bilbao y Real Madrid. Este momento de incertidumbre que rodea al equipo se ha empezado a hacer palpable en el vestuario con un ambiente enrarecido como se ha visto en el entrenamiento de este martes 10 de enero.
Durante la sesión matinal, Roque Mesa y Malsa han protagonizado un lamentable episodio después de que ambos jugadores se hayan enzarzado de manera intensa. Todo ha ocurrido a escasos minutos de finalizar el entrenamiento que arrancó a las 11.00 horas en Los Anexos cuando el centrocampista francés ha realizado una fuerte entrada sobre el grancanario lo que ha provocado el enfado de este recriminándole la entrada. Como consecuencia, el resto de sus compañeros han tenido que separarles viendo el enfado entre ambos iba a más.
Precisamente, Joaquín Sánchez ha tenido que explicar esta mañana en sala de prensa este momento de tensión protagonizado por sus compañeros y lo ha achacado a las «ganas» que tiene el equipo de llevarse los tres puntos ante el Rayo Vallecano. «Entrenamos con intensidad y puede pasar ese rifirrafe, es una jugada que han ido los dos fuertes, se han encarado y lo han hablado en el vestuario, es consecuencia de que el sábado tenemos que ganar y para llegar al partido y demostrar al míster subes el ritmo y la intensidad», defendió el blanquivioleta.
En el entrenamiento de esta mañana estuvieron ausentes los dos jugadores lesionados, Anuar y Escudero, quienes continúan su proceso de recuperación. Al margen, con descanso programado estuvo Masip y también El Yamiq, con permiso del Club por motivos personales. Mientras que Lucas Rosa trabajó de manera individualizada durante la segunda parte de la sesión. Por su parte, los jugadores del Promesas Yari, Aceves y Torres completaron el entrenamiento.
La sesión de este martes estuvo marcada por ritmo y la intensidad, en la que el Real Valladolid se prepara para el partido importante que afronta el sábado en casa ante el Rayo Vallecano. Un entrenamiento que contó con posesiones en espacio reducido, transiciones ofensivas, finalizaciones y partidos en diferentes dimensiones. Mañana a las 11.00 horas, a puerta cerrada, nueva jornada de trabajo grupal.