Paco García ha sido presentado oficialmente este viernes como nuevo entrenador del Real Valladolid Baloncesto. Acompañado por Saúl Hernández, director general del Club, y David Espinar, director de gabinete de presidencia del RVCF, el técnico vallisoletano vivió su puesta de largo al frente de un equipo al que ya dirigió ayer jueves por partida doble. El técnico blanquivioleta, así, recibió la bienvenida por parte de Saúl Hernández. “Entendemos que Paco es la persona que mejor conoce al Club y al equipo y entendemos que puede sacarlo adelante. La situación no es crítica, pero creemos que podemos estar más arriba. Gracias por esta segunda etapa y bienvenido a tu casa”.
Por su parte, David Espinar, reiteró el apoyo del Real Valladolid a la sección del baloncesto. «Seguimos adelante con nuestro compromiso. No pude estar en la despedida de Roberto González el miércoles, pero le trasladé por teléfono nuestro agradecimiento por todo lo que ha hecho. Le transmitimos a Paco que tiene todo el apoyo, empuje, soporte y reconocimiento del Real Valladolid. Y le deseamos lo mejor, porque lo mejor para él, también lo es para el Club y la ciudad».
Tras recibir sendas bienvenidas, Paco García tomó el testigo y habló sobre sus sensaciones. «Estoy tremendamente orgulloso y responsabilizado de lo que he aceptado. No es plato de buen gusto sustituir a una persona a la que tengo mucho respeto como persona, entrenador y amigo. Tanto a Roberto González como a Alfredo Calle les digo que voy a intentar aprovechar todo lo bueno que han hecho estos meses y animarles. No hay entrenador buenos o malos, sino resultados buenos o malos. Y en este caso no han acompañado».
Asimismo, Paco García reconoció que este regreso al banquillo de Pisuerga es «el más especial de todo». «Eso que dice el himno de ‘el escudo que llevas en tu pecho’, no se puede tener mayor sentimiento de responsabilidad. Ayer estuve rebuscando y encontré todos los carnés que tengo de abonado del fútbol y del baloncesto. Nadie mejor que yo sabe lo que ha costado subir. Este es un Club con crecimiento y capacidad para atraer a la gente al pabellón y con una estrecha colaboración con el principal Club de la ciudad. Necesitamos victorias para asentarnos, no pienso más allá del próximo partido.
Precisamente, sobre el futuro y los próximos compromisos del equipo, respondió el técnico blanquivioleta. «Quedan diez partidos y hay un fino margen de maniobra que es una victoria. Lo único que puedo pedir y exigir es la implicación necesaria y el trabajo máximo para ir partido a partido a por cada victoria. Competir en cada encuentro, en cada cuarto y jugar igual tanto en casa como fuera. No me importa nada cómo jugamos o si damos espectáculo, me obsesiona ganar y tenemos que ponerlo todo».
Además, Paco García reconoció que ha seguido de cerca la temporada del Real Valladolid Baloncesto. «He estado aquí en el pabellón cuando estaba en Valladolid y por la tele cuando no. Los fichajes son acertados y pocos peros se puede poner a la construcción de la plantilla. Me he encontrado un equipo en el que Juan García-Abril, que era una apuesta clara, es baja; Fernando Revilla también va a estar fuera y eso condiciona los entrenamientos. Vamos a echar mano de la cantera y estoy contento de que quieran subir con el primer equipo y ayudarnos. Se agradece. Tenemos que intentar mejorar el rendimiento individual de los jugadores y ponerlo al servicio del colectivo, porque lo importante es ganar».
Sin ir más lejos, el técnico blanquivioleta señaló que “va a incentivar” a la plantilla desde el primer momento. «Quiero transmitirles la pasión que pongo por el trabajo y vamos a luchar para que cambie. A los jugadores les pedí implicación y a Sergio como capitán, que luego él habló con el resto de jugadores. Todo el mundo es bueno hasta que se demuestre lo contrario y voy a morir por ellos, pero exijo que ellos lo den de vuelta».
Sobre su decisión de volver a sentarse en el banquillo de Pisuerga, Paco García reconoció que fue «sencilla de tomar». «Cuando me llamaron el miércoles fue una sensación porque también es una decisión familiar. Mi familia está muy contenta. Han sido todo facilidades por ambas parte, fue rápido y hablamos sobre la situación del equipo y la historia del Club. Son 36 cursos entrenando de forma ininterrumpida y no quería que fueran solo diez partidos, sino, al menos, una temporada más. Cabe la posibilidad de que no estemos contentos, hablemos y cortemos si hay que hacerlo. La intención es salvar al equipo y vengo con la bandera de la exigencia propia y de todos los que me rodean».
Preguntado sobre los objetivos, el preparador vallisoletano fue claro: la permanencia. «Lo primero es lo primero, y es salvar la categoría cuanto antes. Tenemos ejemplos recientes el año pasado. No descienden los malos, sino los que no hacen las cosas bien. Ojalá ganemos partidos y podamos soñar con algo más».