El Real Valladolid afronta la novena jornada en LaLiga SmartBank con la inequívoca voluntad de vencer al Málaga en el enfrentamiento de este viernes en el Estadio José Zorrilla. Así lo dejó claro el técnico blanquivioleta Pacheta, quien afirmó que el rival es un «equipo muy alegre» y que se verá un choque «bonito, muy dinámico».
Reflexionó el entrenador sobre lo que quiere de los suyos. «Solo nos vale ser fieles a lo que hacemos, y que todas las sensaciones sean buenas» arrancó el burgalés, quien agradeció el «ambiente del día del Alcorcón con una afición que nos llevó y mete el primer gol empujando, de manera brutal con el equipo» y que indicó que «quiero y estoy preparado para ganar, solo puedo exigir esfuerzo, pasión y voluntad, el resultado viene determinado por muchos detalles que son incontrolables».
Al hilo de esto, se cuestionó: «¿Puedo exigir resultado? Si hemos sido fieles a lo entrenado, con más aproximaciones que el rival, hecho todo para ganar… ¿qué más puedo exigir? Pero solo pienso en ganar porque hemos trabajado bien y estamos en condiciones de superar al rival, en base a dar el 100% mío, sacar mis virtudes, para que eso suceda».
Para este partido el Real Valladolid contará con numerosas bajas ya que además de los jugadores lesionados tampoco podrán participar los tres internacionales, Weissman, Plata ni Janko. Insistió Pacheta en que «la Segunda tiene que parar» en las ventanas de partidos de selecciones con el objetivo de que LaLiga mejore, y consideró que el Pucela está «creciendo, un proceso duro porque la segunda es dura, pero muy ilusionado por ver hacia donde tendemos, cuando todo se vaya ajustando creo que tenemos pinta de ser un equipo bueno, y me ilusiona». Y, a colación de este argumentó, también reiteró en la importancia de que el aficionado se sienta orgulloso por el trabajo de los suyos: «Empatando en Ponferrada nos han aplaudido. Esperad, que vamos a ir de verdad». Para suplir esas bajas Pacheta contará con los jugadores del Promesas Kike Ríos, Dali y Slavy.
Por último, el técnico abordó que estamos en una competición «larga y muy dura» y abogó por la tranquilidad: «Estamos en octubre y todos los partidos son clave, pero nunca determinantes. Paz. Enero, febrero, marzo, abril… ahí hay 20 partidos, uno detrás de otro. Ahora se junta un barullo de emociones, uno arranca muy bien, otro parece que ya lo tiene todo hecho, otro va abajo del todo y resulta que en enero empieza a subir y se mete en playoff».