El alcalde de Valladolid y candidato del PSOE, Óscar Puente, ha anunciado este lunes que acelerará «lo máximo posible» la demolición del viaducto de Arco de Ladrillo, puesto que «la ciudad no puede perder otros 20 años y que las cosas sigan deteriorándose mientras se espera una operación que no va a llegar. Lo que tenemos que hacer es empezar cuanto antes con la demolición de este paso», manifiesta el regidor.
«La obra se tiene que licitar el año que viene. De hecho, en un principio se iba a esperar a que estuviera completado el by-pass de mercancías, pero hemos decidido no esperar. Esto ya no puede esperar más. Hay que demolerlo y hacer este paso en condiciones. Se va a cambiar y transformar toda esta zona, ya que el actual es un paso que genera muchísimo ruido con el paso de coches a la altura de las ventanas de las casas de los vecinos y esto no es de recibo», ha apuntado el alcalde antes de comentar cómo será el nuevo paso.
En este sentido, Puente aclara que «se hizo una primera aproximación en la Sociedad Valladolid Alta Velocidad pero el resultado no nos gustaba ya que el paso de peatones no aportaba una solución idónea. Ahora se le ha dado una solución mucho más limpia. El paso de peatones y de bicis es muy cortito y está al margen del paso de los vehículos, aunque sí que tiene zona de comunicación que aporta luz. La solución es fantástica».
Además de esta intervención, Óscar Puente ha anunciado que «ya está completado el proyecto» para acabar con la denominada ‘acera de la vergüenza’ en el tramo final de la calle Salud. «En el próximo consejo de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad se procederá a su licitación. Se gana mucho espacio de las vías para la acera, se crea una zona verde… en fin, el cambio será muy importante, también en esta zona», ha indicado el socialista.
Al hilo de estas dos intervenciones Óscar Puente ha reflexionado que «estas son dos actuaciones imprescindibles de desarrollar para el futuro de Valladolid. Es importantísimo que nadie pare esto, que nadie intente detenerlo porque son muchos años esperando y las realidades están ya ahí, encima de la mesa», concluye.
