El Real Valladolid cierra este lunes la trigésima octava jornada de LaLiga Smartbank y, tal y como ocurrirá de aquí a lo que resta de temporada, lo hace consciente de que no puede fallar. Si lo hace quedaría descolgado de la pelea por el ascenso directo. Si no, seguiría dependiendo de sí mismo para lograr el objetivo.
Los de Pacheta se miden a una Real Sociedad B que, como buen filial, significa una piedra de toque peligrosa. Jugadores con talento, con descaro, con ganas de mostrarse y demostrar, y con la necesidad de quemar una de sus últimas balas para tratar de evitar el descenso de categoría. En el vestuario se ha insistido toda la semana en la dificultad del choque y en la importancia de afrontarlo sin mirar más allá.
Será la segunda ocasión en la que el filial donostiarra visite Valladolid y el precedente sonríe al Pucela. También las estadísticas de la presente temporada son favorables para los blanquivioleta, aunque toca refrendarlo sobre el césped ante una afición ávida de dar a los suyos todo el aliento en el esprint final.
Pacheta no podrá contar con los lesionados Javi Sánchez y Óscar Plano, ni con los sancionados Roque Mesa, Nacho, Monchu, Luis Pérez y Sergio León. La presencia de Joaquín, quien arrastra molestias musculares, es dudosa. La convocatoria se conocerá 75 minutos antes del partido. El encuentro será dirigido por el colegiado madrileño Gálvez Rascón, auxiliado en el VOR por Milla Alvendiz.