Mañueco concede los ‘privilegios’ de Ciudadanos a la extrema derecha en Castilla y León tres años después

El Partido Popular ha dado solución al rompecabezas político tras las elecciones en Castilla y León el pasado 13 de febrero. El ya futuro presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha llegado a la sesión constitutiva de las Cortes este jueves con un acuerdo ‘in extremis’ con Vox. Desde la primera reunión entre el PP y Vox, la formación de Santiago Abascal se ha limitado a reclamar a Mañueco «el mismo trato» que dio a Ciudadanos en 2019.

Pues así ha sido, a pesar de que el popular insistía en un primer momento en gobernar en solitario, con solo 31 escaños conseguidos en el Parlamento autonómico, ha cedido a un pacto con Vox a quince minutos de iniciarse la constitución de las Cortes de la XI Legislatura. Ahora, la formación de extrema derecha ha llegado al Gobierno de la Comunidad con peso fuerte «el mismo que Ciudadanos», tal y como pedían sus propios representantes. Vox consiguió en estos comicios unos resultados «similares» que la formación naranja, concretamente un procurador más que Ciudadanos. Los de Santiago Abascal alcanzan en Castilla y León la vicepresidencia de la Junta con Juan García-Gallardo, líder del partido en la Comunidad, la presidencia de las Cortes con Carlos Pollán y tres consejerías, aún por definir.

En la pasada legislatura, Igea y sus compañeros de partido Verónica Casado, Ana Carlota Amigo y Javier Álvarez Ortega, eran titulares de la vicepresidencia y las carteras de Sanidad, Empleo y Cultura, respectivamente. Además de la presidencia de las Cortes, con Luis Fuentes. Ahora los puestos se van de la mano de los ‘liberales’ a la extrema derecha en la Comunidad. «Un gobierno estable y sólido con pleno respeto al orden constitucional y al Estatuto de Autonomía de Castilla y León», defendía Mañueco.

Para las tres consejerías pendientes de Vox, de las diez en total que tendrá el Gobierno, suenan fuertes nombres como Susana Suárez, exalcaldesa de Zaratán entre 2013 y 2019, y estando en segunda línea como asesora de Vox en las Cortes en la pasada legislatura.

Ante estas similitudes, el único procurador de Ciudadanos en el Parlamento y el ex vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha defendido en varias ocasiones, las «diferencias» con respecto a los ‘privilegios’ que reclama Vox. Y es que según Igea, ellos no pedían cargos, sino programas y actuaciones; con respecto a la presidencia de las Cortes buscaban equilibrio y no «autoritarismo» e insiste en que «no se debe dejar en manos de Vox la representación de una institución en la que no cree», ya que se han posicionado abiertamente en contra del modelo autonómico.