La Asociación Vecinal Rondilla lanza una campaña de concienciación sobre limpieza para que los vecinos se impliquen en el cuidado de calles y plazas. ‘Yo quiero un barrio limpio, ¿y tú?’ es el lema de la campaña, que pone el foco en el uso de papeleras, contenedores y puntos limpios, así como del servicio municipal de recogida de enseres. Además, hace referencia a la recogida de excrementos de perros «por higiene y por civismo».
La Asociación Vecinal Rondilla tiene claro que «si queremos un barrio de La Rondilla limpio, debemos poner todos y todas de nuestra parte». Por eso, han lanzado esta campaña de concienciación para que los vecinos del barrio se impliquen en su cuidado, en colaboración con el Servicio Municipal de Limpieza. En este sentido, la asociación de vecinos de La Rondilla critica que «nuestro barrio deja mucho que desear en cuanto a limpieza ya que se ven muebles abandonados en las aceras, excrementos de perros, orines en las fachadas, bolsas y papeles por el suelo». Por todo ello, los vecinos han decidido colocar por el barrio consignas como «pensar en la papelera es solo un segundo» para animar a su uso.
También repasan los diferentes contenedores que existen, según colores, y a qué se destinan como el Amarillo para tetrabriks, latas y envases de plástico; azul para papel y cartón; verde para vidrio; naranja para aceite; marrón para restos de comida u orgánicos, y con tapa verde o gris para el resto de basura. «Cada cosa, en su sitio», remarcan, una acción que hace más fácil el reciclaje de residuos. Asimismo, subrayan la existencia de puntos limpios para depositarlos, como el de la calle Valle de Arán.
«No me dejes tirado» es otro de los enunciados que pueden leerse en los carteles, en referencia a muebles y electrodomésticos que se arrojan en la calle. Desde la Asociación Vecinal Rondilla recuerdan a vecinos y vecinas que «hay un servicio en el Ayuntamiento de Valladolid que se encarga de recoger estos enseres de forma totalmente gratuita». Desde la Asociación Vecinal Rondilla, además, insisten en que «si él pudiera, lo haría», en relación a la recogida de excrementos de perros «por higiene y por civismo».
