La Junta de Castilla y León y los agentes del Diálogo Social han constituido hoy la Mesa para el seguimiento y la evaluación del Plan Sectorial del Hábitat de Castilla y León, que a lo largo de 2022 está desarrollando las primeras acciones de trabajo. Castilla y León es la primera comunidad autónoma que ha puesto en marcha un plan sectorial en torno al Hábitat, un sector estratégico que supone un recurso para aumentar la competitividad y atraer talento.
De esta manera, el Plan pretende impulsar un sector heterogéneo que integra en la Comunidad a más de 25.000 empresas con una facturación de 24.000 millones de euros y que emplea en torno a 82.000 trabajadores. El Plan Sectorial del Hábitat de Castilla y León, que prevé movilizar 392.846.162 euros a lo largo de su vigencia, tiene como objetivo impulsar un importante sector de actividad, marcar las líneas de relación público-privadas, potenciar la producción, la construcción y el consumo responsable, sostenible y circular, y trasladar a la sociedad castellana y leonesa la necesidad de mantener estas actividades económicas como generadoras de bienestar, equilibrio y sostenibilidad.
El Plan -imprescindible para lograr una rápida y profunda transformación de las ciudades y pueblos, así como para la generación de un valor propio y diferenciado de otros territorios-, permitirá mejorar el posicionamiento de Castilla y León y generar mayores oportunidades de futuro.
Así, el sector mejorará la cadena de valor que integra actividades relacionadas con distintos ámbitos, el forestal, la obtención y extracción de materias primas, la industria manufacturera de componentes de la construcción, la energía, la construcción o las actividades de equipamiento de la vivienda, entre otros. Con este plan sectorial se busca el desarrollo de la economía circular desde una perspectiva territorial -desde el origen de la extracción de materias primas hasta la gestión de los residuos-, lo que supone un recurso clave para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, la atracción de talento y la creación de oportunidades.
Hasta el momento se han dado los primeros pasos para aprovechar los variados recursos de la Comunidad. En este sentido, se trabaja en la ampliación del parque de puntos de recarga de vehículos eléctricos en instalaciones dependientes de la Junta y se está elaborando una norma para la aplicación del sistema de certificación de la huella ecológica de Castilla y León, a la vez que se impulsan cambios en empresas cementeras de la Comunidad para la utilización de residuos en sustitución de combustibles fósiles.
En relación con la adaptación a las nuevas circunstancias, desde la Junta se han puesto en marcha medidas tendentes a mejorar la eficiencia energética y la renovación de instalaciones en edificios públicos y privados, para logar la transformación del parque edificado de la Comunidad con criterios de sostenibilidad. Asimismo, se ha incidido en el acercamiento del Plan a toda la sociedad, mediante su difusión y la creación de una imagen de marca que identifique de manera positiva el hábitat de Castilla y León como sinónimo de calidad.
Así, para la identificación de hábitat de la Comunidad con los valores de calidad de vida, bienestar y sostenibilidad, se está incentivando la creación de un banco de proyectos innovadores y proyectos que generen nuevas actividades productivas, y se está incidiendo en la mejora de la gestión de residuos, entre otras acciones. El Plan Sectorial del Hábitat se estructura en torno a seis ejes con retos y objetivos específicos: transición ecológica, transición digital, cohesión territorial, reforzamiento empresarial, imagen y difusión e igualdad de oportunidades: género y juventud.
Los retos y objetivos están desarrollados a través de 12 acciones marco con las que se pretenden visibilizar las necesidades del sector mostrando las oportunidades estratégicas de cara a las próximas décadas, así como consolidar un modelo de gobernanza participativo, plural e inclusivo en la planificación sectorial de la Administración. Además, estas acciones adecuarán los recursos disponibles y dinamizarán toda la cadena de valor, mostrando de forma clara y transparente el modelo de desarrollo del sector para los próximos seis años.
De cara a 2023, las prioridades de actuación inciden en implicar a toda la cadena de valor en el alcance de los objetivos, desde las primeras fases relacionadas con la obtención de materia prima hasta la última etapa constructiva. Además, se reforzará el compromiso con la transición energética, apostando por la eficiencia en su consumo y por las fuentes renovables en su producción. Todo ello apostando por la formación y la innovación como pilares fundamentales para incentivar el cambio.