Los nervios se palpan en el ambiente, y no es para menos. El Real Valladolid comienza a preparar la semana que podría devolver al equipo a Primera División un año después de consumarse su descenso a la categoría de plata del fútbol nacional. Su ciudad y afición también está con el equipo para poder celebrar a lo grande el tan ansiado ascenso, y aunque las posibilidades son complicadas para los hombres de Pacheta, al no depender de sí mismos en la última jornada, la esperanza es lo último que se pierde.
En este sentido, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha explicado esta mañana que la celebración del ascenso del Real Valladolid tendría lugar el lunes o martes de la semana que viene por lo que desde el Ayuntamiento preparan la ciudad para una fiesta donde los aficionados blanquivioletas disfruten como se merecen pero sin incidentes. El regidor vallisoletano señala que «la fiesta del ascenso se podrá celebrar en la Plaza Mayor y las grandas instaladas -con motivo de la celebración del TAC 2022- no impedirán que se acoja la celebración».
Además, para evitar daños mayores, Puente asegura que trabajará con el concejal de Seguridad Ciudadana, Alberto Palomino, para estudiar el posible vallado de las fuentes de la Plaza de Zorrilla y Plaza Madrid con el fin de que los aficionados no se bañen y que no se produzcan altercados como los vividos en otras ocasiones. Hay que recordar que en el ascenso de 2007, el joven Antonio Aragoneses se quedó parapléjico y se fracturó dos vértebras cervicales tras caerse al agua en la fuente de Zorrilla lo que le mantiene en una silla de ruedas.
«Me voy a reunir con el concejal para ver qué podemos hacer para evitar que haya mucho desmadre y sobre todo para que nadie se haga daño», señala el alcalde de Valladolid. Por último, Óscar Puente confía que el Pucela logre el ascenso este domingo y «ojalá nos tengamos que poner a vallar» y se pueda celebrar por todo lo alto el retorno a Primera División.
