La exposición ‘QUID GENESIS’ aterriza en la Diputación de Valladolid a través de un viaje abstracto a los orígenes de la vida

La vicepresidenta segunda de la Diputación de Valladolid, Gema Gómez, junto a la artista Esther Aragón, han inaugurado esta mañana en la Sala de Exposiciones Teresa Ortega Coca del Palacio Pimentel, la exposición ‘QUID GENESIS’ que se podrá visitar hasta el próximo 5 de marzo. Con esta primera exposición comienza una nueva temporada en la Sala Teresa Ortega Coca, sobre la base de una larga y fructífera trayectoria expositiva de la sala en anteriores temporadas.

El proyecto expositivo de Esther Aragón, titulado ‘QUID GENESIS’, puede contemplarse ahora en Valladolid, tras su paso por el Patio Noble de la Asamblea de Extremadura en Mérida, la Sala Multiusos del Centro San José de la Diputación de Guadalajara y el Antiguo Hospital de Santa María la Rica de Alcalá de Henares. ‘QUID GENESIS’ es la creación que la artista ha realizado durante 2020 y 2021. ‘QUID’, es una palabra latina cuyo significado remite a la «esencia o punto clave», en estos tiempos en que el ser humano busca el «quid de las cosas» y en sentido filosófico el concepto de ‘GÉNESIS’, remite a los orígenes de una realidad cualesquiera, sea material o conceptual, ya sea recalcando la dimensión temporal, lo que es anterior, ya sea recalcando la dimensión ontológica, o la procedencia causal o lógica.

El proyecto lo componen una serie de collages con fibra de vidrio en acrílico sobre lienzo que en muchos casos se asemejan a la piel que se abre, Paúl Valery dice que «la piel es lo más profundo que hay en el hombre». La piel es un conector, un conducto de emociones en el que se graban todas las historias que nos vinculan con «los otros» y con «lo otro».

La obra de Esther Aragón traslada a los espectadores a espacios que florecen y universos que nacen. En sus impresiones sobre vinilo (Forex), los colores se dividen, se rasgan y finalmente se fusionan. Es un viaje a los orígenes de la vida, donde se siente lo orgánico y la naturaleza a través de tonalidades intensas que culminan en la abstracción. Así el interés de Esther Aragón por el mundo vegetal tiene su expresión en las naturalezas muertas y la simplificación formal de las flores.

Podrían aplicarse a su mirada las palabras de William Wordsworth, «a toda forma natural, a toda roca, a todo fruto o flor incluso a las piedras sueltas que cubren el camino les concedí una vida espiritual, las vi sentir o asocié con ellas un sentimiento». En definitiva, un viaje a través del color y la naturaleza.